La peluquería masculina vive una época dorada que, lejos de quedarse como una tendencia pasajera, es un reflejo de la consolidación de un nuevo estilo de vida por parte de los hombres, en el que priman el cuidado personal y el interés por la propia imagen.
Los datos hablan por sí solos: según STANPA (Asociación Nacional de Peluquería y Cosmética), el 61 % de los hombres españoles se sienten más atractivos cuando están arreglados, y al 56 % les resulta muy importante mantener su aspecto joven. Dentro de la industria de la peluquería, este cambio de hábitos se ha visto reflejado principalmente en el aumento de la demanda de servicios de corte y cuidado de barbas, con el resurgimiento de las barberías. Pero se suma ahora con mucha fuerza el color, una vez superados antiguos prejuicios y comprobados sus numerosos beneficios a la hora de mejorar y personalizar la propia imagen.
Coloración masculina sin complejos
Como confirma Adrián Pardo, director de Adrián Pardo Hair Studio, en Málaga, “cada vez más público masculino se lanza al mundo del color”. En su opinión, esto se debe a que “cada vez abrazamos más la idea de que la barrera del género es impuesta, y con ello se diluyen los límites con los que contábamos hasta ahora. Por ejemplo, que un hombre pase cierto número de horas en un salón o que se preocupe de su aspecto más allá de lo esencial. Y, por supuesto, cada vez tenemos más clara la idea de la expresión a través de la imagen, con lo que le damos mayor importancia a esta”.
El estilista puede afirmar que ha habido una evolución en el número de hombres que acuden a su salón, y también de los que solicitan servicios de color con respecto a cuando empezó en el sector, hace 10 años. Pero, sobre todo, destaca que ha cambiado no solo la cantidad, sino también la actitud de estos clientes.
Por ejemplo, apuestan “sin miedo” por colores llamativos o, lo que más llama la atención del peluquero: “muchos de ellos se hacen el color con su pareja, y aunque no combinan los fantasías entre sí, sí que acuden juntos al salón para el servicio”. Aunque podríamos pensar que se debe a que se trata de chicos más jóvenes, Pardo asegura que el público es muy heterogéneo.
Esto es lo que buscan
El experto en coloración nos da las claves para exprimir al máximo este rentable servicio, que ofrece un enorme abanico de posibilidades para los salones.
Pregunta- ¿Qué es lo que más te piden los clientes masculinos cuando hablamos de coloración?
Respuesta- Con el público masculino, hablamos de extremos. Por un lado, buscan resultados lo más naturales posible: cubrir canas con un efecto lavado o incluso colores naturales idénticos al original; y, si nos movemos en el
campo de los reflejos, eligen los que se mimeticen con aclarados naturales (desgaste en puntas y muy pocos tonos de diferencia). En el otro extremo, vemos colores fantasía, con el gris como tono estrella.
P.- Entre los que eligen coloraciones más “radicales”, además del gris, ¿qué más eligen; qué más ves?
R.- Casualmente ahora existe una tendencia con alta demanda por azules, verdes, turquesas… Y, más recientemente, por el rosa chicle.
P.- ¿Cuáles son los tonos más demandados y de tendencia?
R.- Por lo general, lo que más nos demandan son tonos fríos, ya que en su mayoría las bases naturales tienden a ser frías también y, de esta forma, el contraste o el cambio es menos radical.
P.- ¿Cuál es la mejor técnica para disimular las canas?
R.- Nosotros ofrecemos el servicio cover express, que consiste en aplicar una coloración rápida en solo 5 minutos,
con la que cubrimos aproximadamente el 95 % de las canas. El efecto que obtenemos es muy natural y con los lavados va desapareciendo, por lo que no llega a producirse el efecto raíz.
P.- Si hablamos de mechas, ¿cuáles son las más demandadas?
R.- Cualquier técnica difuminada, ya que no produce un corte al crecer el cabello y la imagen total es mucho más natural. De hecho, otro servicio también muy demandado actualmente es aclarar el cabello con highlights o balayage.
P.- ¿Qué cortes de cabello son los más recomendables para hacer trabajos de color?
R.- El color combina muy bien con muchos tipos de cortes: desde un shaggy masculino hasta un buzzcut tienen opciones para realizar color. El truco está en optimizar la base para sacarle el máximo partido.
P.- ¿Veremos al cliente de barbería en un salón haciéndose coloración?
R.- Ya está ocurriendo. De hecho, cada vez tiene menos sentido hablar de género en nuestro sector, hay muchas mujeres que acuden a barberías para cortes en principio masculinos, como un fade, por ejemplo; y muchos hombres que acuden a salones para color.
P.- ¿Cómo atraemos al cliente masculino a probar estos servicios?
R.- Lo principal es que en el salón haya neutralidad en cuanto al género, de modo que todo el mundo –sean ellos o
ellas– se puedan sentir cómodos. A partir de aquí, ofrecer sin miedo al público masculino cambios de color, acompañado, por supuesto, de asesoramiento especializado según sus características.
P.- Y, ¿cómo fidelizamos a este público?
R.- La fidelización es igual que con el público femenino, ya que el mantenimiento es el mismo en cualquier caso: visitas periódicas al salón y productos específicos en casa.
Deja una respuesta