Desde los centros de belleza nos informan de que una de las razones por las que los clientes les visitan es la del picor del cuero cabelludo. Por eso, hoy, hemos querido contar con dos profesionales para que nos cuenten a qué se puede deber esta irritación: el clima, el estrés, los productos de estética…¿sabías que todos ellos pueden estar generando molestias y problemas en tu pelo?
Todas las dudas resueltas sobre el picor del cuero cabelludo
Es posible que haya picor en el cuero cabelludo sin que tengamos ningún problema serio o una enfermedad. Si se han descartado causas como la dermatitis o la psoriasis, en cuyo caso habría que acudir a un dermatólogo, ¿qué le pasa a nuestro pelo? ¿por qué pica?
Al igual que la piel, el cuero cabelludo también puede picar o lucir un aspecto reseco. “La epidermis sufre un desequilibrio y esto puede ser debido a diversas causas, nervios, estrés o incluso puede llegar a estar relacionado con la contaminación”, informa Ana Martínez, directora de Educación de Jean Louis David. “Pero también pueden deberse a un desequilibrio en la producción de sebo. Es decir, que las células de la epidermis se renuevan demasiado rápidamente. De ahí la aparición frecuente de caspa en caso de picores en el cuero cabelludo”.
Productos de cosmética que causan picor
El mal uso de los cosméticos para el pelo o de los productos de higiene puede causar picor del cuero cabelludo. Pero, evidentemente, no todos. “Productos de baja calidad que contienen parabenos o siliconas, pueden llegar a irritar el cuero cabelludo causando picores y descamación” explica Alberto Sanguino, director de Educación de Llongueras.
Para algunos tipos de cabellos tanto las siliconas como los sulfatos pueden ser causantes del irritante picor de ojos que provoca el champú. Por ello, y como ya te hablamos en este post, al igual que irritan los ojos también afectan al cuero cabelludo dejándolo bastante seco, áspero y encrespado. Es por eso por lo que Ana Martínez recomienda “en la medida de lo posible, evitar este tipo de partículas en los productos”.
Principalmente, y como razona Sanguino, debemos evitarlas “ya que, en ocasiones, taponan el folículo, por lo que no deja que el cuero cabelludo respire. Además, recubren la fibra capilar creando una especie de “brillo” alrededor que apelmaza y le da peso”.
Y no solo estos ingredientes. Si no que “no usar un champú y/o mascarilla adecuada, puede ocasionar incómodos picores. Lo importante es vigilarlo para poner solución y que el problema no vaya a más” apunta el profesional. Y esto se debe, en palabras de la directora de Jean Louis David, a que podemos estar utilizando productos “demasiado agresivos o que no estén adaptados a nuestro tipo de cabellos”.
No usar un champú y/o mascarilla adecuada, puede ocasionar incómodos picores.
Alberto Sanguino
Picor del cuero cabelludo y el clima
Otro de los factores externos que cobra relevancia por su influencia en nuestro pelo es el clima. Nos explican desde el Grupo de Jean Louis David que un clima extremo, tanto hacia temperaturas muy frías como a excesivamente calurosas, perjudicará al cuero cabelludo porque “nuestro pelo se vuelve sensible y hay que extremar los cuidados para que luzca sano y brillante”.
Sobre todo, debemos tener cuidado en verano. En esta estación no solo nos está afectando el sol, sino que “el cloro de la piscina o la sal del mar hace que el cuero cabelludo sufra más de lo normal. Así que es fundamental aplicar siempre protector solar capilar y cubrir siempre nuestra cabeza con sombreros para intentar protegernos” aconseja Martínez.
Los efectos del estrés sobre el cabello
Es bien sabido que el estrés afecta a nuestro cuerpo. Por supuesto, a la salud de nuestro pelo, provocando la caída y la pérdida de densidad, haciendo que se pierda brillo y se debilite la hebra y, también, causando picores y descamación del cuero cabelludo.
Ambos profesionales concuerdan con que el estrés es uno de los factores más determinante en la salud del cabello.
Errores de la beauty routine que causan irritabilidad
Con todo lo anterior esclarecido, nos preguntaremos qué podemos hacer y modificar en nuestra rutina para evitar la irritación. Hay hábitos que se han inculcado en ella por inercia y desconocimiento que están causando molestias y, simplemente, evitándolos, ganaremos en calidad de vida.
Por ejemplo, “lo ideal es cepillar el cabello en seco antes de lavarlo (si es posible con un cepillo de cerda natural)” indica Martínez, “luego hay que utilizar poca cantidad de champú, y masajear el cuero cabelludo en vez de frotar todo el cabello; y una vez aclarado, se debe retirar el exceso de agua con una toalla a modo de turbante en vez de friccionarlo”.
Además, Sanguino hace hincapié en los errores que debemos evitar como “aclarar el cabello con agua muy caliente, lavar y masajearlo con las uñas en vez de con las yemas de los dedos, hacer fuerza al lavarlo, aplicar productos de styling de baja calidad, no utilizar productos que protejan el cabello del efecto de las herramientas de calor (secador, tenacillas, planchas…)”.
Soluciones para aliviar el picor del cuero cabelludo
Ante cualquier duda, ambos expertos nos dejan claro que lo mejor y más recomendable será acudir siempre a los profesionales. Ellos se encargarán de estudiar el estado de cada cuero cabelludo, de evaluar necesidades y de ofrecer el mejor tratamiento para que el cabello luzca de nuevo sano y brillante. Y por supuesto, seguir con el tratamiento en casa para mantener y potenciar los resultados con productos también profesionales es fundamental.
“Lo ideal sería realizar una exfoliación capilar, aplicar un champú y una mascarilla específica para este problema” aporta Alberto Sanguino.
A lo que Ana Martínez, añade que “todo influye, por lo que descansar correctamente, comer mejor y masajear tu cuero cabelludo con frecuencia ayuda a reactivar la circulación sanguínea y a disminuir la sensación de irritabilidad”.
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Por no olvidar que, para mantener una salud impecable y evitar problemas capilares debemos estar muy pendientes de nuestro alrededor, ya que, como concluye Sanguino “La calefacción, el humo del tabaco, los lugares cerrados, la contaminación, el cloro y la sal de las piscinas y el mar… Algunos medicamentos, la falta de higiene… también pueden influir”.
