En los últimos años, los hombres curly ha ganado protagonismo: referentes como Timothée Chalamet o Jeremy Allen White han hecho de sus rizos una seña de identidad. Analizamos las características y necesidades de los rizos masculinos junto a la experta Conchi Arias, fundadora de Campos Curlyhair.
Hace tiempo que dejar salir la onda natural, e incluso llevarla a su máxima expresión, con todo el volumen que ello implique, es una tendencia clara en el mundo de la peluquería. Pero este gesto va más allá de una moda capilar (rara vez la moda se queda solo en lo superficial), y puede interpretarse como una actitud personal ante la vida.
«El cabello rizado en un hombre es muy interesante, porque dice de él que es una persona que se ha atrevido a romper las normas sociales y a salir de su zona de confort para mostrarse tal cual es. Un hombre que luce y cuida su cabello rizado se percibe como alguien más cercano, natural y seguro de sí mismo, que se respeta y valora», señala Conchi Arias, fundadora de Campos Curlyhair, en Granada.
Arias opina que si esta tendencia no ha llegado antes o más lejos es solo porque “da más tarea”. “Como en el cabello rizado la cutícula está más abierta, normalmente le afecta más la deshidratación, y se notan más los desequilibrios internos, como la falta de proteínas o aminoácidos. Es más delicado, más débil…”; en definitiva, hay que estar más pendientes de su cuidado. Por otro lado, los hombres suelen lavarse el cabello con más frecuencia (porque sus hormonas hace que produzcan más grasa) y están menos habituados a dedicar tiempo a su rutina cosmética, “por lo que necesitan productos que ofrezcan resultados rápidos y eficientes».
No obstante, esta experta en rizos cree que el panorama está cambiando, y se ve tanto en el skincare como en la
peluquería. Su consejo para los compañeros es que eduquen, que ayuden al cliente a entender las necesidades de
su cabello y que existen formas de adoptar rutinas prácticas y cómodas. Poquito a poco.
Cortes que rizan el rizo
Otra ley para sacar el máximo partido a los rizos de cada cliente es elegir un corte adecuado. Y para hacerlo, hay que tener siempre en cuenta el patrón de rizo para realzarlo de forma natural. La experta de Campos Curlyhair comparte cuál es el mejor estilo en cada caso:
- Patrones ondulados. «Los hombres con cabello ondulado optan a menudo por un decapado incrementado, pero con muy pocas capas. Esto se debe a que, si ponemos muchas capas, se pierde la verticalidad que un corte masculino necesita y ese rostro puede parecer más femenino, lo cual no es de su agrado. Siempre que hacemos un corte para hombre respetamos muchísimo los laterales y la zona frontal. No hacemos flequillos ni degradados hacia la cara; en su lugar, cortamos de forma bastante recta, pero con un poco de elevación».
- Patrones más marcados. «Para chicos con patrones más marcados, como el patrón 3 [según el sistema de clasificación de Andre Walker], hacemos un medio halo. Esto implica degradar un poco la zona de las patillas y la nuca, pero dejar la parte superior en forma de media bola. Eliminar la parte de las patillas ayuda a verticalizar el rostro, lo cual contribuye a conseguir un aspecto más masculino».
- Rizos afro. «Cuando los patrones son mucho más marcados, como un afro, optamos por un taper fade. Degradamos mucho desde la patilla hacia arriba, creando un fade bastante pronunciado y dejando cabello en la zona superior, desde los parietales, con el flequillo un poco más largo.
Además, independientemente de su rizo, también hay que tener en cuenta la edad o el estilo del cliente. La gente más joven, por ejemplo, le suele pedir a menudo cortes shaggy o mullet, “especialmente si tienen el cabello ondulado».
«Un hombre con cabello rizado se percibe como alguien más cercano, natural y seguro de sí mismo»
Color sí, pero muy natural
El corte y el color forman un gran tándem a la hora de sublimar los rizos masculinos, pero también hay que escoger
una técnica adecuada. «En Campos Curlyhair respetamos mucho el patrón de rizo y, por eso, cuando nos piden coloración, utilizamos técnicas como la Sunkissed, donde solo las puntas están un poco decoloradas, en lugar de otras como highlights, babylights o balayage”, destaca Conchi Arias.
Para realizar la técnica Sunkissed las expertas usan una esponja para dar toques en las puntas y que queden más claras, como si estuvieran bañadas por el sol, de ahí su nombre. Y, en aquellos casos en los que están empezando a aparecer las canas, “aplicamos un tono sobre tono que ayude a que el cabello blanco quede más difuminado e integrado en el resto de la melena».
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