No necesita presentación, pues en el entorno de la peluquería profesional todo el mundo le conoce. No obstante, en esta entrevista (que podrás leer completa en el número 395 de Coiffure Professionnelle) descubrimos al Jordi Trilles que este mismo año ha tomado el cargo de General Manager de Revlon Professional®. con un objetivo muy claro para la empresa: estar cerca de los profesionales de la peluquería.
Pregunta- Ya han pasado unos meses desde que tomó el cargo de general manager de Revlon para la península. ¿Cómo han sido estos meses y cómo se ve ahora?
Respuesta- Han sido meses muy intensos y de grandes aprendizajes. He descubierto una gran compañía, llena de gente de talento, con muchas ganas de ayudar a la profesión y con un portafolio de productos extraordinarios para que los peluqueros puedan cumplir con su misión de hacer felices a las personas.
P.- Cuando dieron a conocer la noticia, se dijo que uno de sus objetivos era estar muy cerca del peluquero. ¿En qué sentido, cómo van a apoyar más al profesional?
R.- Es muy fácil: hay que dejar de pensar como un fabricante que solo busca vender el máximo de productos posible y centrarnos en los intereses del peluquero. Ayudarles a crecer. ¿Cómo?
- Atrayendo gente a los salones de peluquería; y el mayor ejemplo es la campaña de comunicación que hemos impulsado para reivindicar la figura del peluquero como profesional esencial.
- Ayudando a construir la experiencia de belleza en el salón, con nuevos servicios y protocolos que permitan subir el ticket medio y, en consecuencia, aumentar la rentabilidad.
- Transformando el rol de nuestros equipos en el terreno, que ahora se denominan Business Coach, y que no tienen otra misión más que ayudar a crecer el negocio del peluquero.
P.- También ha hablado en alguna entrevista de “reinventar” el sector, la peluquería. ¿Qué le hace falta al sector? ¿Qué pueden hacer por su parte para lograr este cambio?
R.- Reinventar quiere decir adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores. Pasa por modernizar y digitalizar tus propuestas, sabiendo que la gran ventaja del sector es que ninguna inteligencia artificial puede sustituir a las manos del peluquero. No se trata solo de saber poner tintes y cortar el pelo, sino de hacer vivir experiencias de belleza.
Modernizar implica que todo el equipo de un salón esté muy bien formado y con un trato excelente al cliente. Para ello, es vital que los espacios se personalicen: creando el spa capilar, para que lavarse el cabello en un salón sea algo memorable, y dando visibilidad a la zona de color como hacen en los buenos restaurantes con la cocina.
Otro aspecto importantísimo es que cada visita empiece por un diagnóstico profesional para valorizar el saber hacer del peluquero, que es el gran experto del cabello.
Digitalizar también es básico. Significa utilizar inteligentemente todas las herramientas para conectar con los clientes, desde las redes sociales a un buen CRM, desde las pantallas en los escaparates para llamar la atención de los clientes: a las plataformas de educación como, por ejemplo, la de #RevlonProAlwayson, que permite a todos los profesionales formarse y reciclarse los 7 días de la semana, las 24 horas y los 365 días del año.
P.- En ese caso, reinventar un sector entero parece tan difícil como reinventar, resignificar o simplemente tomar el relevo de una marca tan grande como Revlon. ¿Cómo quiere hacerlo?
R.- Los grandes retos siempre son difíciles, pero eso los hace mucho más atractivos. Todos tenemos que contribuir con la humildad de intentar aprender todos los días, identificar bien todas las áreas de mejora y estar dispuestos a cambiar nuestra manera de pensar para adaptarnos a las nuevas circunstancias. Y, una vez hecho, ponernos en acción. No podemos cruzarnos de brazos. Hay que trabajar mucho, pero estoy seguro de que, entre todos, podremos conseguir que el peluquero sea reconocido socialmente y hacer sus salones más rentables.
P.- ¿Qué hay detrás de Revlon Professional que el peluquero desconoce?
R.- Sobre todo, hay mucha calidad humana. Creemos absolutamente en las personas. En la vida puedes hacer muchas cosas, pero si quieres dejar huella, sé buena persona, cumple con tu propósito, disfruta y haz disfrutar a quien te rodea.
Pero yo creo que eso el peluquero ya lo sabe. Revlon siempre está a su lado, a las duras y a las maduras. Con aciertos y, seguramente, con errores. Pero lo más importante es que Revlon no vende tintes y champús para que sus acciones suban en la bolsa. Eso será una consecuencia si hacemos bien nuestra tarea. Nuestra misión es hacer crecer el negocio del peluquero. Y en esa misión ponemos todos nuestros recursos, esfuerzos y pasión todos los días.
P.- El último gran lanzamiento de Revlon es Revlonissimo Color Sublime. ¿Por qué es tan importante este lanzamiento para la marca y por qué puede serlo para el peluquero? ¿Qué otras novedades vienen?
R.- Todos sabemos que el color es el servicio estrella, el motor del negocio. Un elemento que define y diferencia la calidad de una peluquería versus otra. El color atrae y fideliza clientas. Por eso, Revlonissimo Color Sublime es un éxito increíble, ya que es la única coloración sin amoniaco del mercado que cumple con la promesa de brillo, cobertura, tenacidad y cosmeticidad. Es así, hay otras muy buenas, pero no cumplen estos cuatro requisitos tan importantes. Además de ser una coloración vegana, que responde a las tendencias de lo que nos piden las consumidoras. Por eso, Revlonissimo Color Sublime es la mejor herramienta de la que dispone un buen colorista para hacer feliz a su clienta.
Puedes leer la entrevista completa a Jordi Trilles en el número #395 de la revista Coiffure Professionnelle.
