El icónico salón de alta peluquería presenta sus propuestas para esta temporada, que proponen abrazar la textura del cabello para un look fresco y muy natural, totalmente cheskiano.
Tras dos años de pandemia llega el momento de la libertad, de volver a disfrutar sin mascarilla tanto en el exterior como en interiores, y devolver su protagonismo a la sonrisa. Para celebrarlo y vivir un verano lleno de frescura, libertad y naturalidad, Cheska apuesta por cortes y estilos que liberan la textura natural del cabello, en los que el color, el volumen, las capas y los flequillos son los absolutos protagonistas de cortes que se mantienen solos y realzan la belleza de las facciones con un punto effortless de lo más favorecedor. “Libera la textura natural de tu cabello, abrázala y disfruta de un cabello sano, bonito y muy natural, con un estilazo y un corte espectacular pero fácil de llevar y de mantener”, explica María Baras, Directora Creativa de Cheska.
En la colección Freestyle el color y el volumen van de la mano a través de diferentes cortes que respetan y realzan la textura del cabello para un estilo perfecto y sin esfuerzo de la mañana a la noche, muy Cheska. Las capas aportan movimiento y mucho juego, al igual que los flequillos, en tonos que van desde el rubio nórdico al butter blonde, pasando por los pelirrojos más vibrantes, los tonos caramelo llenos d matices y luz, hasta el dark chocolate más intenso.
Octopus cut / bob shaggy
El primero de estos dos cortes es un Octopus cut súper actual con muchísimo volumen hacia delante, mucha capa y un gran protagonismo del flequillo. Después de crear este look, María Baras le hizo otro corte diferente a la modelo, un bob shaggy con mucho movimiento, perfecto para quienes buscan un corte con carácter y que requiere un mantenimiento casi inexistente. En ambos casos el color es un rubio vainilla con la raíz fundida, más oscura, muy natural e ideal para un verano de pelazo sin ningún esfuerzo. “Nos gusta en todas las versiones, desde la clavícula hasta un poco más largo”, matiza María.
Wolf cut en liso y rizado
De nuevo vemos un corte en el que el volumen, el flequillo y las capas son los protagonistas, tanto en su versión lisa como en la rizada (que es la textura natural de la modelo). En la versión lisa tiene notas setenteras y aires disco, que nos recuerdan a los icónicos looks de Farrah Fawcett, mientras que en la rizada la inspiración es una vuelta a los 80 con volúmenes redondos, más exagerados, y flequillos abiertos que dan mucho juego. El tono es un cobrizo albaricoque o apricot blonde, absoluta tendencia, un color perfecto para iluminar las pieles más claras, con las que hace un contraste maravilloso.
Bowl cut
En este look vemos dos versiones diferentes del Bowl cut, que como explica María Baras, “es una nueva interpretación del corte carré de toda la vida reinventado con un aire moderno”. En ambos casos el flequillo y las capas tienen un protagonismo total, se deja libre el cuello y se realzan las facciones. “Este corte es perfecto para marcar los ángulos del rostro, especialmente el pómulo, con un toque sexy, peinado en liso y redondo tiene un toque vintage, más alternativo, y con las ondas queda más suave”, añade María Baras. A nivel cromático tenemos dos propuestas, un tono miel caramelo lleno de matices, y un dark chocolate vibrante y luminoso.
Mermaid waves
En este look el equipo de Cheska ha trabajado el rubio mantequilla en degradé, con unas ondas muy veraniegas de sirena, súper apetecibles de cara a esta temporada, en un largo que no es excesivo, por el pecho. Destacamos el tono, un rubio mantequilla, más cálido, los rubios del verano. Uno más nórdico, más beige, y otro más Golden, con inspiración miel.
Los rubios del verano
Como cada temporada de primavera verano, el rubio es uno de los tonos más buscados, y este año desde Cheska nos proponen dos versiones, ambas muy favorecedoras. Por un lado tenemos la melena larga en un rubio mantequilla, con un toque golden, por otro, el bob shaggy en un rubio nórdico, más beige.
Créditos de la colección:
Fotografía: Erea Azurmendi.
Estilismo: Cristina Terrón.
Maquillaje: Ion Villar.
Peluquería: Salón Cheska.
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