Las hormonas son moléculas de diversa naturaleza que se producen en las glándulas secretoras o endocrinas. Trabajando conjuntamente con el sistema nervioso, son las responsables de que actuemos, sintamos y pensemos tal y como lo hacemos, y en el ser humano cumplen funciones de gran importancia en el desarrollo, ejecución y equilibrio de múltiples funciones y órganos. Las glándulas del sistema endocrino son las que regulan su actividad.
Por Paloma García Mediero
Licenciada en Farmacia
Formadora de tratamientos capilares estéticos
Directora Técnica de Laboratorios Kapyderm
La función general de las hormonas es controlar y regular todos los sistemas que funcionan en el cuerpo y, de ese modo, hacer más fácil la comunicación e interrelación de las células en nuestro organismo. Tenemos múltiples hormonas, pero solo dos son esenciales en lo referente a los problemas capilares: la testosterona y los estrógenos, aunque otras como la progesterona o tiroides pueden provocar pérdida de pelo.
Debemos distinguir antes de empezar entre:
- Alopecia: toda caída de pelo.
- Atriquia: ausencia congénita de pelo.
- Hipotricosis: disminución o pérdida difusa de pelo, puede
ser generalizada o localizada.
La alopecia androgenética (AGA) es un tipo especial de alopecia en la que se produce una miniaturización de los folículos del cuero cabelludo, es decir, hay una reducción proporcional de la matriz y de la papila capilar, lo que hace que progresivamente el tamaño del folículo sea menor y se pierda la potencialidad para efectuar nuevos ciclos. Según avanza la miniaturización folicular, se va estableciendo una banda de tejido conectivo que adopta la forma de serpentina, localizándose en la dermis profunda o hipodermis, esto es, en la zona ocupada anteriormente por la porción terminal del folículo.
La alopecia androgenética es relativamente frecuente en hombres y mujeres, sin embargo, la intensidad de pérdida de cabello es menor en las mujeres debido a que en el cuero cabelludo existen diferencias en cuanto a las cantidades de enzimas que convierten los andrógenos débiles en andrógenos más potentes, responsables de la miniaturización folicular. Puede comenzar en cualquier momento, incluso tan precozmente, como a los 10 años, coincidiendo con la pubertad y el despertar de los andrógenos, pero también puede comenzar en las últimas etapas de la vida, de hecho generalmente su incidencia aumenta con la edad. En cualquier caso, sea el caso que sea, el técnico dermotricólogo, ante un caso de alopecia androgenética, deberá establecer distintas pautas y planes de salud para retrasar la edad de aparición y paliar la evolución de este tipo de alopecia, adaptándose a las características del cliente
En las mujeres hay que prestar especial atención en la menopausia, ya que los niveles estrogénicos disminuyen, favoreciendo por tanto la acción androgénica sobre el folículo; por ello este tipo de alopecia se acentúa en mujeres con predisposición genética coincidiendo con la menopausia. Es cuando la menopausia está bien establecida cuando la mayoría de las mujeres con predisposición genética a padecer una alopecia androgenética femenina comienzan a notar una pérdida progresiva de la densidad capilar, debido a la miniaturización folicular característica de este tipo de alopecias, y es en este momento cuando debe acudir a un centro dermotricológico para comenzar a cuidarse el cabello de forma más intensa y conseguir mantener dicha densidad capilar sin que el cabello se miniaturice.
En resumen podemos decir que la alopecia androgenética está producida por los andrógenos siempre y cuando haya una predisposición genética para que estos penetren en las células foliculares y se produzca la miniaturización folicular, pero esto puede agravarse por factores como el estrés, la existencia de efluvios telogénicos, una mala alimentación, etc. Gracias a la Dermotricología y el tónico alogénico, capaz de retrasar la miniaturización folicular, es posible efectuar una prevención efectiva de este tipo de alopecia para poder tener una buena salud capilar.
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