¿Qué se considera un tratamiento de reconstrucción capilar y qué no?

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La reconstrucción capilar se ha convertido en una de las técnicas más potentes en el salón, porque actúa desde el interior de la fibra, rellenando la materia perdida y devolviéndole fuerza, elasticidad y cuerpo al cabello.

Decoloraciones agresivas, planchas sin control térmico, alisados químicos o incluso el sol: el cabello puede sufrir múltiples agresiones que deterioran su estructura interna. En estos casos, no basta con una hidratación superficial o una nutrición puntual y es donde el cliente necesita este tipo de tratamientos. ¡Te contamos qué son!

¿Qué se considera un tratamiento de reconstrucción capilar y qué no?

No todo lo que repara el cabello puede llamarse “reconstrucción”. Para que un tratamiento tenga ese efecto, debe intervenir sobre la estructura interna de la fibra, reponiendo proteínas y aminoácidos perdidos, y no solo aportando hidratación o aceites externos.

La reconstrucción restaura la estructura interna del cabello. Es fundamental en casos de daño profundo”, explica la estilista Ana Marqués Mestre, quien distingue claramente este tratamiento de otros como la hidratación, que solo aporta agua, o la nutrición, que se centra en lípidos y aceites para sellar la cutícula.

Desde la parte más técnica, Iván Navarta López, Education Specialist de Kerasilk, añade que “los aminoácidos rellenan las áreas que han perdido materia, evitando la rotura y devolviendo al cabello un aspecto saludable”. Por tanto, un tratamiento que actúe únicamente sobre la superficie del cabello no puede considerarse una reconstrucción real.

¿Cuándo necesita el cabello una reconstrucción?

Saber cuándo aplicar una reconstrucción es tan importante como saber cómo. Un diagnóstico profesional es el primer paso para distinguir si un cabello necesita reconstrucción, hidratación o nutrición.

Un cabello dañado tiende a romperse con facilidad y presenta sequedad constante; en estos casos, la prioridad es reparar, no solo hidratar”, explica Navarta.

Si el cabello está seco pero no frágil, lo que necesita es hidratación. En cambio, cuando el problema es el encrespamiento y la falta de control, suele tratarse de una necesidad de nutrición.

Las señales más claras de que un cabello necesita reconstrucción son:

• Rotura visible o al tacto.

• Pérdida de elasticidad o forma.

• Cabello que no responde a hidratación superficial.

• Deterioro tras servicios técnicos como mechas, alisados o coloraciones.

¿Cuáles son los daños que requieren reconstrucción inmediata?

Entre los factores más agresivos están las decoloraciones mal ejecutadas, la exposición solar prolongada, el uso excesivo de herramientas térmicas y los procesos químicos sin una preparación adecuada de la fibra.

“Siempre aconsejamos realizar reconstrucción antes de servicios como el alisado o la coloración. Así se refuerza la estructura del cabello y se obtienen mejores resultados”, recomienda Navarta.

En este punto, la prevención también juega un papel importante. No se trata solo de reparar el daño, sino de evitar que el cabello llegue a un punto crítico.

Ingredientes clave para una reconstrucción capilar eficaz

No todos los productos tienen el mismo nivel de penetración o permanencia en la fibra. Los tratamientos más eficaces utilizan principios activos que mimetizan la estructura capilar y se adhieren tanto al interior como al exterior del cabello.

Entre los más destacados se encuentran:

  • Queratina, que reconstituye la proteína natural del cabello.
  • Colágeno, que mejora la elasticidad.
  • Aminoácidos, encargados de rellenar huecos internos.
  • Proteínas vegetales hidrolizadas, que actúan con afinidad sobre la cutícula.
  • Tecnología Plex, que protege los enlaces internos durante servicios técnicos agresivos.

En Kerasilk trabajamos con proteína de seda biomimética hidrolizada, altamente eficaz por estar fragmentada en partículas pequeñas que penetran profundamente en la fibra”, explica Navarta.

¿Qué diferencia hay entre reconstrucción, hidratación y nutrición?

Es habitual confundir estos tres tratamientos, pero cada uno cumple una función específica:

Reconstrucción: devuelve materia al interior del cabello. Indicada en casos de daño estructural.

Hidratación: aporta agua al cabello, ideal para tratar la sequedad o el frizz.

Nutrición: proporciona lípidos y aceites esenciales, mejora la manejabilidad y sella la hidratación.

“Los tres tratamientos son compatibles y complementarios, pero deben aplicarse con criterio y en el orden adecuado”, recuerda Marqués.

¿Reconstrucción exprés o tratamiento progresivo?

Una de las dudas más comunes es si es mejor realizar una única sesión intensiva o aplicar reconstrucción de forma regular. La respuesta, según los expertos, es que la progresividad es la clave.

Al principio se recomienda una mayor frecuencia, y luego ir espaciando las sesiones a medida que mejora la fibra”, explica Marqués. Navarta añade que “una mascarilla profesional puede durar hasta cinco lavados, por lo que la frecuencia también dependerá de los hábitos del cliente”.

Los tratamientos exprés pueden ser útiles como refuerzo puntual, pero no sustituyen una reconstrucción completa.

¿Puede hacerse una reconstrucción en casa con buenos resultados?

Muchos clientes buscan opciones para continuar el tratamiento en casa, y esto es posible, siempre y cuando el proceso de reconstrucción profunda se realice en el salón.

“Lo más aconsejable es realizar el tratamiento técnico en el salón y mantener los resultados con productos adecuados en casa”, afirma Marqués. La supervisión del profesional es clave para evitar sobrecarga o desequilibrios en la fibra.

Errores comunes al aplicar una reconstrucción capilar

Aun en manos profesionales, pueden cometerse errores que comprometen los resultados. Algunos de los más frecuentes son:

✘ Realizar la reconstrucción después de coloraciones o alisados, cuando debería aplicarse antes.

✘ Saturar el cabello con proteínas, dejándolo rígido o pesado.

✘ No respetar los tiempos de exposición o las indicaciones del fabricante.

✘ Usar productos que simulan reparar pero solo actúan a nivel superficial.

“Un tratamiento mal planificado puede empeorar la situación del cabello. Por eso es esencial el diagnóstico inicial y el orden correcto de aplicación”, concluye Navarta.


Preguntas frecuentes sobre reconstrucción capilar

¿Qué es un tratamiento de reconstrucción capilar?

Un protocolo técnico que restaura la estructura interna del cabello dañado mediante proteínas y aminoácidos.

¿Cómo saber si un cabello necesita reconstrucción?

Si se rompe con facilidad, está muy poroso o no responde a la hidratación. El diagnóstico profesional es fundamental.

¿Qué ingredientes son más eficaces?

Queratina, colágeno, aminoácidos, proteínas vegetales y tecnologías Plex.

¿Es lo mismo que una hidratación?

No. La hidratación aporta agua; la reconstrucción repara desde dentro.

¿Se puede hacer en casa?

Solo el mantenimiento. El tratamiento principal debe realizarse en el salón.

¿Cuántas sesiones se necesitan?

Depende del daño. Normalmente más seguidas al inicio y luego se espacian.

¿Es mejor antes o después de la coloración?

Siempre antes, para proteger la fibra capilar y mejorar el resultado técnico.

La reconstrucción capilar es uno de los tratamientos más efectivos —y más exigentes— en la peluquería profesional. Saber diagnosticar correctamente, elegir los activos adecuados y pautar una aplicación progresiva marcará la diferencia entre un resultado superficial y uno realmente reparador.