¿Qué es la tricología y por qué todo peluquero debe dominarla?

que es la tricologia
dermatologia capilar

Cuando hablamos de salud capilar, no podemos limitarnos solo a técnicas de corte, coloración o tratamientos cosméticos. Existe una disciplina clave que conecta el conocimiento médico con la práctica diaria en los salones: la tricología.

Cada vez más, los profesionales de la peluquería se forman en esta especialidad para ofrecer un servicio más completo y efectivo a sus clientes. Pero, ¿qué es exactamente la tricología y qué papel juega dentro del mundo de la peluquería profesional?

Te explicamos qué es, cómo puede ayudarte a diferenciarte como profesional y cómo aplicarla en tu día a día. Además, aclaramos las diferencias entre tricología y peluquería (un tema que muchos confunden), y recopilamos la visión de expertos para que tengas un enfoque 360° sobre esta disciplina.

¿Qué es la tricología y cuál es su función?

La tricología es la rama de la dermatología que estudia el folículo piloso y el cuero cabelludo, así como las patologías que los afectan.

Según el equipo de tricología del Instituto Médico Ricart (IMR), su importancia radica en que permite evaluar y tratar desde alopecias hasta trastornos como dermatitis seborreica o psoriasis. Además, esta especialidad es clave en el desarrollo de terapias regenerativas, mejorando no solo la salud capilar sino también la estética del cabello.

A diferencia de los tratamientos puramente cosméticos, la tricología va un paso más allá, estudiando la biología capilar en profundidad y proponiendo soluciones clínicas basadas en evidencia científica.

¿Por qué los peluqueros deben formarse en tricología?

Hoy, los clientes no solo buscan un buen corte o un color atractivo; también quieren soluciones reales para problemas capilares como la caída, el exceso de grasa o la sensibilidad del cuero cabelludo. Aquí es donde un conocimiento sólido en tricología marca la diferencia.

Toni Pérez, peluquero, biocolorista y CEO de Inué, lo tiene claro: “Es absolutamente necesario tener unos conocimientos más amplios en tricología. Nos permite ofrecer servicios personalizados y específicos, garantizando resultados efectivos y fidelizando a los clientes”.

La formación en tricología ayuda a identificar y diagnosticar anomalías capilares como efluvios, dermatitis o principios de alopecia. Pérez también destaca el uso de herramientas como la microcámara, que permite visualizar la salud del cuero cabelludo y el folículo al detalle, facilitando un diagnóstico más certero.

Herramientas clave en tricología: ¿qué se usa?

Entre las tecnologías más importantes en el campo tricólogo destaca la tricoscopia digital. Desde el equipo de IMR explican que es una técnica dermatoscópica computarizada que permite analizar la densidad capilar, el diámetro del tallo piloso, el porcentaje de cabellos en fase anágena o telógena, y la tasa de crecimiento.

Esto se traduce en diagnósticos más precisos y en la posibilidad de realizar un seguimiento de los tratamientos aplicados, algo que también es útil para los peluqueros que buscan ofrecer servicios basados en resultados visibles.

Tricología y peluquería: similitudes y diferencias

Es común confundir ambas disciplinas o pensar que se solapan. Pero, ¿qué diferencia a la tricología de la peluquería? Vamos a desglosarlo:

AspectoTricologíaPeluquería
FormaciónEspecialidad médica (dermatología capilar)Formación técnica y estética
EnfoqueDiagnóstico y tratamiento de patologías capilaresEstética, imagen y cuidado cosmético
HerramientasTricoscopia, análisis clínico, terapias médicasTécnicas de corte, coloración, tratamientos tópicos
TratamientosMesoterapia, medicación oral, terapias regenerativasHidrataciones, queratinas, exfoliaciones capilares
Casos que tratanAlopecias, dermatitis, infecciones, autoinmunesCabello seco, dañado, graso o con falta de brillo

Desde IMR nos recuerdan que, aunque el peluquero puede mejorar la apariencia y salud superficial del cabello, es el tricólogo quien aborda las patologías más complejas que requieren intervención clínica.

¿Cuándo derivar al cliente a un tricólogo?

Aquí entra en juego la responsabilidad del peluquero. Toni Pérez lo tiene claro: “Cuando detectamos síntomas como pérdida de densidad, placas descamativas o caída excesiva, es clave colaborar con un tricólogo. Yo misma en mi salón trabajo con varios, y tras el análisis previo, derivamos a la clienta para un tratamiento más profundo”.

Este trabajo conjunto beneficia a ambas partes: el tricólogo aporta un diagnóstico clínico y el peluquero puede complementar el tratamiento con productos y técnicas adecuadas. El cliente, por su parte, recibe una atención integral y personalizada.


Preguntas frecuentes sobre tricología para peluqueros

¿Qué conocimientos básicos de tricología debería tener un peluquero?

Es fundamental saber identificar anomalías como caída excesiva, dermatitis o sensibilidad, para poder recomendar tratamientos y derivar si es necesario.

¿Qué diferencia hay entre un tratamiento capilar cosmético y uno clínico?

El cosmético mejora la apariencia del cabello sin modificar sus estructuras biológicas. El clínico, basado en evidencia científica, trata alteraciones del folículo piloso desde la raíz.

¿Qué herramientas ayudan a diagnosticar problemas capilares?

La tricoscopia digital y el uso de microcámaras permiten evaluar el cuero cabelludo y el folículo piloso en profundidad.

¿Cuándo debe un peluquero derivar a un tricólogo?

Cuando observa signos como pérdida de densidad localizada, placas inflamadas, caída pronunciada o descamación crónica.

¿Qué tendencias actuales están marcando el mundo capilar?

Productos naturales, ecológicos y libres de tóxicos, junto con la fitoterapia y la tecnología aplicada al diagnóstico capilar, son las claves de los salones más innovadores.


La tricología es una herramienta indispensable para el peluquero del siglo XXI. Integrar este conocimiento en el salón no solo eleva el nivel del servicio, sino que también fideliza al cliente con soluciones reales y efectivas. Porque un cabello bonito no solo es cuestión de estética, sino también de salud.

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