Hace algunos años, arreglarse el cabello o asistir a un centro de estética se consideraba cosa de mujeres, idea que hoy en día ha pasado a la historia, pues los servicios de arreglo personal para hombres están tomando cada vez más auge.
Este nuevo estilo de vida que llegó para quedarse, le ha dado un giro al concepto tradicional de las barberías, que se han convertido en centros especiales para el cuidado del cabello, barba y piel de los caballeros.
Como ocurre en el caso las mujeres, el estilismo masculino es marcado por tendencias durante ciertas temporadas; de acuerdo a la experta en barbería Michelle Ceballos, co-fundadora de Black Academy, en este 2019 predominarán las siguientes:
Barba delineada y tinturada. Esta primera tendencia se basa en aceptar y usar la barba como naturalmente nace, aunque sí tinturada y arreglada; quedó atrás el estilo del año pasado donde la barba se usaba muy delgada y delineada; ahora solo se le da forma y color; esta tendencia permite que incluso los protocolos de barbería se vayan modificando y que el uso de mascarillas de carbono en los hombres sea común, ya que ha dejado de ser un tabú.
Look natural y cabello con textura. En esta evolución de masculinidad más relajada, queda atrás el look crepé al estilo Elvis Presley y llega un estilo fresco y natural. En esta tendencia se busca que el cabello tenga más movimiento y se vea más natural, sin perder de vista el enfoque estético; continúa el uso de la cera como herramienta de control.
Hombres reales. Anteriormente, los íconos de belleza se posicionaron fuertemente, creando un estatus de idealismo y producción. En esta tercera tendencia, el hombre asume sus arrugas, su carencia atractiva y ¿por qué no? su falta de crecimiento de cabello y barba. Surge el uso de nuevos productos que permiten rellenar el cabello, ropa holgada, no de sastrería y mucho más creativa. El hombre disfruta su naturaleza y se reconoce con estilo romántico, natural; asume sus características y las potencializa.
La masculinidad en este 2019 se verá reflejada en una simple palabra: naturalidad. Un hombre real asumido en su potencial natural y en donde acepta su propia belleza.
