¿Qué pasa si te planchas el pelo todos los días?

qué le pasa al pelo si lo planchas mucho
plancharse el pelo a diario

Si te planchas el pelo todos los días debes saber que no eres la única. El planchado diario se ha normalizado en las rutinas de belleza, pero ¡cuidado! Seguramente ya intuyas que no está del todo bien. Y, es que el daño acumulativo en la estructura capilar es una realidad que muchos subestiman.

Aunque las herramientas actuales han evolucionado considerablemente, el uso diario de calor directo sobre la fibra capilar sigue siendo una de las principales causas de sequedad, pérdida de brillo y rotura en el cabello.

¿Por qué daña tanto la plancha?

El cabello está formado por queratina y agua. Al aplicar calor extremo con frecuencia, se produce un proceso de desnaturalización: se evapora la humedad natural del cabello (que comienza a partir de los 100°C), se debilitan las proteínas internas y se altera la cutícula que protege la hebra. Esto se traduce en un cabello más poroso, encrespado, sin elasticidad y mucho más propenso a romperse.

La peluquera experta en biocolorismo Esther Martí explica que «el calor excesivo rompe la barrera protectora de las cutículas y afecta a la capacidad del cabello para retener la hidratación. Al principio solo se nota menos brillo y suavidad, pero si no se corrige, la estructura del cabello puede debilitarse hasta romperse».

¿Cómo saber si tu pelo está sufriendo?

Si planchas tu melena todos los días y notas que ha perdido movimiento, tiene frizz constante, se enreda con facilidad o aparecen más puntas abiertas… es muy probable que estés viendo los efectos del exceso de calor. Incluso si el cabello se ve liso tras la plancha, puede estar dañado por dentro.

Señales de alarma que todo profesional debe identificar:

El cabello dañado por calor presenta características específicas que son fáciles de detectar en el salón: pérdida de elasticidad al realizar la prueba del mechón húmedo, textura áspera al tacto, dificultad para mantener el peinado y mayor tiempo de secado debido a la porosidad aumentada.

La formadora Eva Rueda lo resume así: «No es malo usar herramientas de calor si no se hace en exceso. Pero hay que proteger el cabello con productos adecuados, sobre todo ahora que viene el calor y la exposición solar es mayor».

¿Cómo minimizar el daño?

Aunque lo ideal sería espaciar el uso de planchas, si no puedes renunciar a ellas, hay formas de reducir significativamente el impacto:

Protección térmica siempre: Aplica un protector térmico antes de usar cualquier herramienta. Si no lo haces, el calor actúa directamente sobre la fibra capilar sin ninguna barrera protectora.

Temperatura regulada según el tipo de cabello: Cuanto más fino o dañado sea tu cabello, menos temperatura necesitarás. La regla general es 120°C para cabello fino o teñido, 150°C para cabello normal y nunca superar los 180°C para cabello grueso y resistente.

Herramientas de calidad: Las planchas con tecnología de vapor, infrarrojos o turmalina distribuyen mejor el calor y son menos agresivas para la cutícula. La experta Bely Gallego recuerda que «menos es más: no hace falta usar temperaturas extremas para conseguir buenos resultados».

Técnica correcta: No repases el mismo mechón una y otra vez. Si el cabello está completamente seco y bien preparado, una sola pasada debería ser suficiente. La velocidad del movimiento también importa: demasiado lento concentra el calor, demasiado rápido no alisa correctamente.

Cuidados post-planchado: Utiliza sérums o aceites hidratantes, lava con champús suaves sin sulfatos y aplica mascarillas nutritivas una vez por semana para reparar la barrera de humedad.

¿Y si no puedo dejar de usarla a diario?

Intenta al menos darle respiros entre semana. Puedes reservar la plancha para los días clave, alternar con peinados naturales o recogidos y apostar por estilos sin calor. También puedes secar al aire y solo dar un toque final con la plancha, como sugiere Rueda: «Soy muy fan de dejar que el cabello se seque casi por completo al aire y solo al final, usar la plancha para pulir».

Protocolo profesional para clientes con uso excesivo de calor:

Como profesional, es importante establecer un protocolo de recuperación que incluya tratamientos profundos en salón, recomendar descansos programados de las herramientas de calor y educar sobre técnicas de peinado alternativas que mantengan el resultado deseado.

Entonces… ¿qué le pasa al pelo cuando lo planchas todos los días?

Pierde hidratación, elasticidad y brillo de forma progresiva. Con el tiempo, el daño puede ser tan profundo que el cabello se rompe, se vuelve débil y pierde su forma natural. El planchado efectivo no es solo una cuestión de técnica, también de frecuencia, productos adecuados y herramientas de calidad.

La clave no es dejar de plancharlo, sino aprender a hacerlo de manera inteligente. Y, sobre todo, proporcionar a tu melena el descanso y los cuidados específicos que necesita para mantenerse sana, incluso si prefieres llevarla lisa cada día. Como profesionales, nuestro papel es educar sobre estas prácticas y ofrecer alternativas que protejan la integridad del cabello a largo plazo.

Preguntas frecuentes sobre planchar el pelo todos los días

¿Cuántas veces a la semana puedo planchar el cabello sin dañarlo?

Lo ideal es no superar 2-3 veces por semana, siempre con protección térmica adecuada.

¿Es mejor usar la plancha sobre cabello húmedo o seco?

Siempre sobre cabello completamente seco. El cabello húmedo con calor produce vapor que daña la cutícula desde dentro.

¿Las planchas de cerámica son realmente mejores?

La cerámica distribuye el calor de manera más uniforme que el metal, pero la tecnología de turmalina o titanio puede ser aún más efectiva para reducir el daño.

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