Cuidar el pelo decolorado: lo que realmente funciona (y lo que no)

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como cuidar el pelo decolorado

El rubio, las mechas y los tonos platino siguen siendo tendencia temporada tras temporada. Pero detrás de ese brillo perfecto hay una realidad que todos los profesionales conocen bien: la decoloración es uno de los procesos más agresivos para el cabello. Rompe su estructura, altera su equilibrio natural y, si no se trata con el cuidado adecuado, puede dejar la melena sin vida, quebradiza e incluso “elástica”.

Cuidar el pelo decolorado, por tanto, no es un simple acto de mantenimiento, sino una estrategia a largo plazo para preservar la salud capilar.

Qué le pasa realmente al cabello cuando se decolora

La decoloración rompe la estructura de la queratina, una proteína esencial que forma el cabello, haciéndolo más débil y propenso a la rotura”, explica la doctora Caggiano, especialista de Hospital Capilar. Además, al eliminar el pigmento natural, el cabello se vuelve más poroso y pierde su capacidad de retener la hidratación. El resultado: una fibra capilar frágil, áspera y apagada.

La especialista advierte también que el daño no se limita a la fibra: “El peróxido de hidrógeno puede irritar el cuero cabelludo y alterar la producción natural de sebo. En algunos casos, el cuero cabelludo intenta compensarlo generando más grasa, lo que puede obstruir los poros”.

Esto explica por qué muchas personas con cabello decolorado sufren tanto sequedad como exceso de grasa en la raíz: un desequilibrio directo de su microbioma capilar.

Deshidratado o desnutrido: el diagnóstico que marca la diferencia

La estilista Anna Barroca, directora del salón que lleva su nombre en Andorra, subraya que no todo el daño capilar es igual. “Cuando el cabello está deshidratado le falta agua; cuando está desnutrido, le faltan proteínas y aminoácidos. En la mayoría de los casos, ambas cosas ocurren al mismo tiempo.” Esa falta de equilibrio se traduce en un cabello que pierde brillo, se encrespa fácilmente y se rompe con el cepillado.

Por eso, cuidar el pelo decolorado pasa por combinar hidratación y nutrición.

Barroca recomienda incluir aceites como el de argán o aguacate y evitar los champús con sulfatos, “que castigan más el cabello y provocan la pérdida de color”. Un consejo básico pero esencial que nos da es que si usamos plancha, el protector térmico no es opcional: «inclúyelo sí o sí», dice.

El punto de no retorno: el temido “efecto chicle”

Cuando el daño traspasa el límite, aparece el llamado “efecto chicle”: un cabello elástico, quebradizo y sin fuerza.

Las coloristas Ana M. y Eu G., de Blondie Madrid, lo explican así: “Hablamos de efecto chicle cuando el cabello se encuentra en su estado más frágil, con una textura áspera y seca. Es el resultado de tratamientos químicos agresivos, calor excesivo o falta de cuidados adecuados”.

En estos casos, la prioridad es reconstruir la fibra capilar y detener cualquier proceso químico. “Recomendamos productos cargados de proteínas, lípidos y aminoácidos, así como tratamientos acumulativos en salón que fortalezcan el cabello sesión a sesión”, añaden. También insisten en la importancia de seguir una rutina capilar sin siliconas ni petrolatos, “porque maquillan el daño, pero no lo reparan”.

Errores que siguen dañando el cabello (aunque parezcan inocentes)

La peluquera Encarna Moreno, fundadora de su salón homónimo, recibe cada semana clientas que intentaron decolorarse en casa. “Por ahorrarse dinero acaban con el pelo quemado o naranja, y luego tienen que venir al salón para que lo arreglemos.”

Su recomendación es tajante: “La decoloración es un trabajo complicado, debe hacerlo un profesional que evalúe el tipo de cabello, el estado de la fibra y el tiempo exacto de exposición”.

Entre los errores más comunes, destaca:

✘ no realizar una prueba de decoloración previa,

✘ exceder el tiempo de exposición —que nunca debería superar una hora— o

✘ decolorar un cabello ya dañado. “Si el cabello no lo admite, es mejor posponerlo y centrarse en recuperarlo primero”, advierte.

También desmonta mitos: “No, el cabello graso no se decolora mejor. Todo depende de la base, los productos y el control del proceso”. Aquí ya nos cuenta más detalladamente cómo evitar los errores más comunes a la hora de decolorar el pelo.

Tratamientos que sí funcionan para cuidar el pelo decolorado

Cuando el daño ya está hecho, la reparación debe ser inmediata y constante.

La estilista Lobelia Sagasta lo resume así: “Los cabellos decolorados necesitan hidratación y reparación profundas, tanto en casa como en el salón”.

Entre los tratamientos que menciona, destacan:

➝ los protocolos con botox capilar, que hidratan y suavizan;

tratamientos de células madre, que aportan brillo y reestructuran la fibra;

➝ y reconstrucciones profundas, que ayudan a restaurar la arquitectura interna del cabello.

Más allá de las marcas, todas las expertas coinciden en lo mismo: la clave está en la constancia. Los tratamientos son más efectivos cuando se repiten con frecuencia, se combinan con un buen corte de puntas y se refuerzan con rutinas adecuadas en casa.

Rutina de mantenimiento en casa

El mantenimiento en casa no sustituye al trabajo del salón, pero lo potencia. Las cinco expertas coinciden en los pasos esenciales:

✔ Utilizar champús sin sulfatos ni siliconas para limpiar sin arrastrar lípidos.

✔ Aplicar una mascarilla nutritiva o reparadora una o dos veces por semana.

✔ Usar protector térmico antes de planchas o secador.

✔ Evitar la exposición solar prolongada y el agua muy caliente.

✔ Secar con suavidad, sin frotar, y cepillar con cuidado.

“Escucha a tu cabello”, recomienda Anna Barroca. “Él te dice cuándo necesita más agua, más proteínas o simplemente descanso.” Y si hay duda, acudir al salón: como recuerda Encarna Moreno, “un repaso de raíz o un tratamiento reparador mensual evita daños mayores”.

Cuidar el pelo decolorado no es reparar, es prevenir

Más que una tendencia, cuidar el pelo decolorado es un compromiso con su salud. No se trata solo de “arreglar” lo que ya está dañado, sino de prevenir que vuelva a ocurrir.

Si el cabello está sano y bien mantenido, podemos repetir el proceso cada dos meses solo en raíces. Pero si no, es mejor esperar. La doctora Caggiano nos recuerda que “una decoloración bien realizada, con productos adecuados y manos expertas, no tiene por qué suponer un riesgo grave para la salud capilar”.

Preguntas frecuentes sobre el cuidado del cabello decolorado

¿Cada cuánto puedo decolorarme el pelo?

Si la fibra está sana y se hace un mantenimiento adecuado, puede repetirse cada dos o tres meses, solo en raíces. Si el cabello está debilitado, conviene esperar y enfocarse en su recuperación.

¿El cabello decolorado se cae más?

Puede haber más caída temporal por debilitamiento de la fibra, pero no provoca alopecia. La clave está en no irritar el cuero cabelludo y mantener una hidratación constante.

¿Qué ingredientes debo evitar?

Sulfatos, siliconas, petrolatos y alcoholes secantes. También el abuso de productos “milagro” que solo maquillan el daño.

¿Qué señaleas indican que mi pelo está dañado?

Falta de brillo, textura áspera, puntas abiertas, dificultad para peinar y, en casos extremos, efecto chicle.

¿Qué tratamientos recomiendan los expertos?

Reconstrucciones con proteínas, botox capilar, terapias con células madre o queratina vegetal. Lo importante es realizarlos en salón y mantenerlos con productos adecuados en casa.


Cuidar el pelo decolorado no es cuestión de suerte, sino de método. Y como coinciden todas las expertas consultadas, la verdadera tendencia esta temporada no es el rubio más claro, sino el cabello sano, fuerte y luminoso.