En peluquería hay cortes que, aunque las tendencias vayan y vengan, siempre encuentran la manera de reinventarse. Versátiles, favorecedores y con historia, son estilos que regresan temporada tras temporada. Si quieres hacerte algo moderno y sin miedo a que en dos meses se deje de llevar, las expertas nos proponen estos cuatro cortes
1. French Bob
Nos lo cuenta la estilista Noelia Jiménez, propietaria del salón que lleva su nombre: “El French Bob es una versión más desenfadada del bob clásico, con un largo que suele quedarse a la altura de la mandíbula y un acabado ligeramente desordenado. A veces se combina con un flequillo recto que enmarca el rostro y potencia las facciones”.
¿A quién favorece? A rostros ovalados y angulosos, porque realza pómulos y mandíbula. Es menos recomendable en caras muy redondas, ya que puede acentuar esa forma. Requiere cierto mantenimiento: cortes cada 6-8 semanas y un toque de producto texturizante para lograr el efecto effortless.
2. Corte bob al mentón
Según explican los expertos de Batiste, el bob a la altura del mentón “es una combinación de sofisticación y modernidad que dirige toda la atención hacia pómulos y mandíbula, creando un efecto visual de rostro más definido y elevado”.
¿A quién favorece? Resulta ideal para caras alargadas, ya que aporta equilibrio, y también en facciones angulosas. En cambio, en rostros muy cuadrados puede endurecer todavía más los rasgos. Su punto fuerte es que estiliza y rejuvenece, además de dar una impresión de frescura.
Aquí hablamos de todos los tipos de bob.
3. Corte pixie
También desde Batiste nos explican que el pixie nunca se va del todo: “Esta evolución del clásico corte corto combina la practicidad con la sofisticación de mechones más largos en la parte superior. Las capas escaladas aportan volumen y ayudan a alargar el rostro, enmarcándolo con un efecto de elevación”.
¿A quién favorece? Especialmente a mujeres con facciones finas y cuello estilizado. Es perfecto para caras ovaladas o en forma de corazón. Puede no ser la mejor elección en rostros muy redondos, porque la falta de longitud puede acentuar esa forma. Eso sí: es el corte más práctico para las que buscan comodidad.
4. Wavy Shag
“El Wavy Shag, con sus capas desgastadas y desestructuradas, es el gran heredero de los años 70 que hoy vuelve con fuerza”, explica Noelia Jiménez. “Es un look desenfadado, con ondas casi sin peinar y un aire salvaje y moderno. Basta con secar con toalla, aplicar texturizador y salir: más natural, mejor”.
¿A quién favorece? Según la experta, se adapta a todo tipo de rostros gracias a la personalización del corte. Es ideal para cabellos ondulados o rizados que buscan un estilo fresco y juvenil, sin invertir demasiado tiempo en peinarse. Su contra: en cabellos muy lacios puede requerir más trabajo de styling para mantener la textura.
Estos cuatro cortes demuestran que lo que nunca pasa de moda es la naturalidad: estilos con carácter propio, fáciles de actualizar y que, bien adaptados, siempre favorecen.
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