El 49% de los españoles está dispuesto a acudir pasadas las nueve de la noche a la peluquería para garantizarse una cita que no quiere que se prolongue en el tiempo, pero, por su parte, las horas de primera hora de la mañana tan solo se elegirían en un 17% de los casos. Así lo revela el `Observatorio sobre el comportamiento y las expectativas de los consumidores, los profesionales y las empresas del sector de la belleza en la nueva normalidad´, realizado por Uala. Sin embargo, para obtener esa cita en su horario preferido, tan solo el 14% de los clientes acepta un recargo.
En el estudio, que analiza cómo está siendo la adaptación a la nueva normalidad de las peluquerías y los usuarios, han participado 537 salones de belleza y más de 4.200 usuarios de los tres principales países europeos en los que opera el grupo: Italia, Francia y España. También han sido entrevistados los directores generales de las principales marcas del sector de la belleza.
Ante esta nueva situación, y siguiendo las intenciones y sugerencias de los usuarios, los salones de belleza contemplan la ampliación de horario de apertura para satisfacer la demanda de los consumidores. Para quienes ya han tomado esta medida, se trata de la implantación de un nuevo horario con más horas durante la semana, así como la apertura del sábado durante todo el día.
La reserva previa se ha convertido en un componente clave en la nueva normalidad de las peluquerías y centros de belleza como parte de las normas de seguridad y salud que deben implantar estos establecimientos para permitir medidas de distanciamiento social y minimizar el contacto entre las personas. Y como consecuencia, otro elemento fundamental de este nuevo escenario es la flexibilidad del salón para permanecer abierto en días y horarios distintos a los tradicionales. De esta forma, aunque en una franja de horario más amplia, pueden dar cita a todos aquellos a los que antes atendían de forma simultánea.
Históricamente, los días y horarios más concurridos para realizar los tratamientos de belleza eran los viernes por la tarde y los sábados; un aspecto que forzosamente ha cambiado debido a la limitación de aforo actual, que ha provocado que las citas tengan que esperar más tiempo para llevarse a cabo. En consecuencia, conseguir un buen día para realizarse el tratamiento adquirirá ahora un mayor valor para los clientes. Por lo tanto, tal y como asegura Giampiero Marinò, director de operaciones de Uala, “pueden producirse dos estrategias: que se produzca un aumento en el coste del tratamiento en los momentos más demandados, para aquellos que estén dispuestos a pagarlo o que los salones reubiquen la demanda en días generalmente más libres con promociones”. Y es que un 41% dice que estaría encantado de comprar y pagar por adelantado paquetes o suscripciones con atractivos descuentos para ayudar a los salones de belleza, garantizando por adelantado tratamientos a precios reducidos.
Según el observatorio realizado por Uala, el cambio de tendencia posterior a la crisis hace que el 71% de los encuestados esté dispuesto a aceptar una nueva o diferente disponibilidad de tiempo para garantizarse la cita. “Para superar esta situación resulta clave la capacidad de los centros para reorganizar y distribuir el flujo de clientes en periodos más largos del día y/o en días de la semana menos concurridos”, reconoce Marinò, quien añade que el riesgo de perder clientes en caso de una gestión ineficaz es alto, como resultado de la realización de tratamientos en casa y la competencia.
