La sostenibilidad en peluquería no es una moda, es una evolución necesaria. Y lo mejor es que empezar no tiene por qué ser complicado.
Por el día de la Tierra, hablamos con Esther Martí, Consultora Evolutiva Orgánica y formadora en Peluquería Saludable y Sostenible, para identificar qué cambios pueden implementar los salones desde hoy, sin necesidad de grandes inversiones, pero con un gran impacto positivo.
1. Sustituir productos… pero con conciencia
Uno de los primeros gestos que se pueden adoptar es revisar los productos que se usan a diario. Esther lo tiene claro: «Cambiar el producto no es solo cambiar el envase. Hay que elegir fórmulas reales, con menos impacto químico». Optar por coloraciones cien por ciento vegetales, libres de tóxicos y residuos, es un paso que cuida tanto el cabello como el planeta.
2. Adiós a lo desechable: hola toallas reutilizables
El uso masivo de toallas de un solo uso genera toneladas de residuos al año en el sector. Volver a las toallas de tela reutilizables —lavadas con detergentes ecológicos— no solo reduce la huella ambiental, sino que también eleva la percepción de calidad y compromiso ante la clientela.
3. Control del agua: cada gota cuenta
Instalar filtros ahorradores en los lavacabezas o sistemas de doble flujo permite reducir el consumo de agua sin afectar la experiencia. Es un cambio técnico sencillo que, a largo plazo, tiene un gran impacto ambiental y económico.
4. Energía limpia y eficiente
El uso de iluminación LED, el aprovechamiento de la luz natural y, si es posible, la contratación de energía de origen renovable son pasos que pueden transformar el día a día del salón. Además, proyectan una imagen moderna y consciente ante el público.
5. Reducir, reutilizar y reciclar cabello
¿Sabías que el cabello también puede reciclarse? El cabello natural se puede usar en viñedos como fertilizante, y el cabello tratado químicamente sirve para absorber contaminantes en los puertos. Iniciativas como estas demuestran que cada detalle cuenta.
6. La sostenibilidad empieza por un paso
Como bien dice Esther Martí, “lo más difícil no es cambiar productos, sino cambiar la mentalidad”. Pero cada gesto suma, y cuanto más visibles sean esos cambios, más fácil será inspirar al equipo, a la clientela y al entorno.
Este Día de la Tierra, es el momento ideal para dar el primer paso hacia una peluquería más verde. El planeta —y quienes te eligen— te lo agradecerán.
¿Cómo abrir un salón de peluquería sostenible? Te lo contamos
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