¿Matiz o tonalizador para el pelo? Usos y recomendaciones de expertos

matizador o tonalizador
matizar o tonalizar

Cuando hablamos de corregir o reforzar el color del cabello, especialmente después de una decoloración, aparecen dos términos que a menudo se confunden: matiz y tonalizador. ¿Son lo mismo? ¿En qué se diferencian? ¿Cuándo conviene usar uno u otro? Aunque algunos profesionales los utilizan como sinónimos, otros marcan claras diferencias técnicas. Lo que sí parece indiscutible es que ambos son fundamentales para obtener un color preciso, con brillo y sin reflejos indeseados.

¿Qué es un matiz para el pelo?

El matiz se utiliza principalmente después de una decoloración, cuando aparecen reflejos no deseados, como los temidos tonos naranjas o amarillos. Su función principal es neutralizar esos subtonos y lograr una base más limpia y armónica.

“El matiz está enfocado más a corregir tonos indeseados y neutralizar, dejando con esta acción el rubio neutro y bonito”, explica Paula Gago, Education Manager Iberia para Revlon Professional y American Crew, con más de 20 años de experiencia en el sector.

¿Qué es un tonalizador capilar?

Un tonalizador, en cambio, se usa para reforzar un tono específico en el cabello, ya sea natural, teñido o decolorado. Se trata de un aporte de pigmento suave, que no aclara ni cubre canas, pero sí realza, intensifica o refresca el color. También puede corregir, pero su finalidad es más estética que correctiva.

“Tonalizar se usa para reforzar un tono específico al cabello, dándole viveza y brillo. Pero también puedes corregir”, aclara Gago. Por su parte, Toni Pérez, experto biocolorista, añade que “es una técnica utilizada en los salones para intensificar o corregir tonos indeseados en las coloraciones y decoloraciones. Hoy en día existen en diferentes formatos, desde pigmentos directos a mascarillas o champús violetas”.

¿Son lo mismo matiz y tonalizador?

Depende de a quién preguntes. Mientras que algunos profesionales como Toni Pérez aseguran que “es lo mismo dicho de manera diferente”, otros, como Gago, establecen distinciones claras en cuanto a intención y momento de aplicación.

En la práctica, muchas veces ambos se solapan. Por ejemplo, una mascarilla pigmentada puede funcionar como matizante si se usa para neutralizar, y como tonalizador si se aplica para avivar un color.

¿Cuándo matizar y cuándo tonalizar?

Gago lo resume de forma práctica: “Si tengo que corregir pigmento indeseado después de la decoloración, primero matizamos. Y después, ya con el cabello neutro y limpio, tonalizamos”. Es decir, matizar sería el paso técnico, y tonalizar el paso estético o final.

¿Qué productos se usan para matizar o tonalizar?

Existe una amplia gama de opciones profesionales: baños de color ácidos, mascarillas con pigmento, champús específicos o coloraciones semipermanentes sin amoníaco. Lo importante no es tanto el formato como la formulación, el diagnóstico y el objetivo buscado.

Gago señala que con una mascarilla de color como nutricolor cream se puede “matizar un cabello decolorado para corregir y neutralizar, o tonalizar un cabello tanto decolorado como no para aportarle riqueza de color, viveza y brillo”.

CONSEJO EXTRA: Desde La Niña Bonita, Miguel García insiste en que la clave está en “elegir un producto que, además de matizar, aporte hidratación, durabilidad y ayude a reparar el daño causado por la decoloración”.

Factores que condicionan el resultado

El éxito de un matiz o tonalización no depende solo del producto. Hay muchos factores técnicos a tener en cuenta:

  • Porosidad del cabello
  • Fondo de aclaración
  • Altura del tono alcanzado
  • Tiempo de exposición
  • Diagnóstico previo
  • Manejo de los reflejos correctivos

“La elección del reflejo es fundamental. Hay que tener muy clara la tabla de neutralizaciones. Cuando elegir un irisado, un ceniza o un verde. Esto debe hacerlo un profesional que conozca bien la marca con la que trabaja”, señala Gago.

¿Cómo se matiza correctamente un cabello decolorado?

El proceso de matización tras una decoloración —especialmente cuando aparecen reflejos naranjas— requiere técnica, diagnóstico y precisión. Según Miguel García, fundador del salón La Niña Bonita, estos serían los pasos adecuados para una matización efectiva:

Aclarado de las mechas.

Una vez alcanzado el nivel de aclaración deseado, se procede a lavar el cabello para eliminar restos de producto o residuos.

Retirar el exceso de humedad.

Secamos con una toalla suavemente, sin friccionar, dejando el cabello húmedo pero no empapado.

Diagnóstico técnico.

Determinamos la altura del tono obtenida y el reflejo no deseado presente (por ejemplo, naranja). Este paso es clave para elegir el matizador adecuado, en este caso, pigmentos con base azul o ceniza.

Preparación del producto.

Se elabora la mezcla del matizador o tonalizador (según se quiera corregir o enriquecer el color) respetando la proporción y el tiempo de exposición indicados por el fabricante.

Aplicación uniforme.

Dividimos el cabello en secciones y aplicamos el matizador de raíz a puntas, usando una cantidad generosa por la porosidad del cabello. Nos ayudamos con un peine ancho para asegurar una distribución homogénea.

Tiempo de exposición.

Dejamos actuar el matizador entre 5 y 20 minutos, siempre observando el cabello, ya que los pigmentos pueden actuar muy rápido. El control visual es imprescindible.

Aclarado.

Cuando el color esté neutralizado y corregido, aclaramos con agua lo más fría posible, lo que ayuda a sellar la cutícula y fijar el color.

Lavado y tratamiento.

Se realiza un lavado suave con un champú equilibrante, seguido de una mascarilla nutritiva para aportar hidratación y reconstruir la fibra capilar tras la decoloración.

Protección térmica y peinado.

Finalizamos con secado y peinado, utilizando productos con protección térmica si vamos a usar herramientas de calor.

Este protocolo puede adaptarse si lo que se busca es tonalizar en lugar de matizar. En ese caso, se aplicaría el tonalizador para intensificar o refrescar el color, pero sin la intención de corregir reflejos indeseados.

Aquí nos los cuenta de manera más detallada.

Errores comunes en matización y tonalización

Los más frecuentes, según los expertos:

Elegir mal el reflejo correctivo.

No respetar los tiempos de exposición.

Usar productos de baja calidad.

No diagnosticar correctamente la altura del tono.

Mantenimiento: cómo cuidar un color bien matizado o tonalizado

El mantenimiento es clave para evitar la reaparición de tonos indeseados. ¿Las claves?

✔ Uso de champús específicos (azules para naranjas, violetas para amarillos).

Mascarillas nutritivas para restaurar la proteína capilar.

Evitar el agua caliente y el lavado excesivo.

✔ Siempre, seguir las recomendaciones del profesional.

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Preguntas frecuentes sobre matices y tonalizadores

¿Matíz y tonalizador son lo mismo?

No exactamente. Algunos expertos los usan como sinónimos, pero en general el matiz corrige y el tonalizador potencia o refresca.

¿Cuándo se aplica el matiz?

Después de decolorar, para neutralizar reflejos indeseados.

¿Qué hace un tonalizador?

Refuerza un tono concreto. Aporta brillo y color, pero no aclara ni cubre canas.

¿Se puede usar mascarilla para tonalizar?

Sí, si contiene pigmentos, sirve tanto para tonalizar como para matizar, dependiendo de cómo se aplique

¿Qué errores hay que evitar?

Elegir mal el tono correctivo, no respetar los tiempos o trabajar sobre un cabello sin diagnóstico.

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