Celebrando un siglo de Raffel Pagés en la peluquería

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Centenario de Raffel Pagés: Historia de la revolución en peluquería

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Puntos clave

  • Raffel Pagés comenzó su travesía en peluquería hace 100 años tras un accidente inesperado.
  • Su lema «No peinamos cabellos, peinamos almas» revoluciona el entendimiento del servicio.
  • La familia Pagés transformó la peluquería, integrando arte, negocio y emociones.
  • Raffel Jr. aprendió en París, trayendo innovaciones que cambiaron el panorama español.
  • El legado de Raffel incluye más de 80 peluquerías y un enfoque en la peluquería emocional.

El inicio de una saga

La historia del centenario Raffel Pagés comienza en 1925, pero no con quien imaginas. El verdadero fundador de esta dinastía fue Raffel Pagés Sr., quien llegó a la peluquería de manera completamente fortuita tras un accidente que cambió el rumbo de su vida.

De mecánico a barbero: Un destino inesperado

Raffel Pagés empezó en la historia peluquería española hace exactamente un siglo, «después de un accidente que tuvo siendo mecánico y muy joven, con 14 o 15 años, que le llevó a cambiar su vida por completo y decidir dedicarse al oficio de barbero», explica Carol Pagés, nieta del fundador.

Este cambio aparentemente casual marcó el inicio de lo que se convertiría en la familia Pagés más influyente del sector. Pero Raffel Sr. no era un barbero cualquiera: desde el principio mostró una visión revolucionaria del oficio.

Las vedettes de El Molino: Los primeros pasos

Antes de tener un salón establecido, Raffel ya era reconocido en Barcelona por atender «a las vedettes de El Molino y a todas las actrices y cantantes de esa época». En una España donde las barberías eran para hombres y la peluquería femenina se ejercía de manera clandestina o casera, él ya había encontrado su nicho.

Contexto histórico crucial:
– España de los años 20: peluquería femenina vista con recelo social
– Trabajaba de forma semiprivada con artistas y performers
– Pionero en romper barreras sociales del sector
– Estableció las bases de lo que sería el concepto de salón moderno

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La primera peluquería oficial

Su primera «peluquería para mujeres» se inauguró en la calle Muntaner de Barcelona en 1942, el mismo año que nacía su hijo, el futuro Raffel Pagés que todos conocemos. En aquel salón, junto a su padre y su tío, comenzó a trabajar el joven Raffel Jr., hasta que las hermanas Carita lo reclamaron para ser su aprendiz en París.

La revolución en la peluquería

El momento decisivo en la historia peluquería de la familia llegó cuando el joven Raffel partió hacia París. Aunque «acabó amándolo, empezó en el oficio por obligación. ¡Lo que él quería era ser cirujano!», cuenta divertida Carol Pagés.

El descubrimiento de la vocación

La anécdota de su llegada a la primera escuela de peluquería es reveladora: «cuando se vio rodeado de 400 mujeres, se le iluminó la cara, y el futuro». Esta experiencia marcó un antes y un después en su percepción del oficio.

Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llegó con su aprendizaje junto a las hermanas Carita en París, donde «descubrió otro mundo, que no era solo el de la belleza y la moda, sino el de la empresa«, explica Carol Pagés.

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La escuela parisina: Más que técnica

En el París de finales de los años 50, Raffel Pagés vivió de primera mano «los años de la gran transformación de la peluquería y de la moda, con cambios que se consolidaron con los movimientos sociales de 1968 en París«.

La revolución social y estética:
– Las faldas se acortaron con Mary Quant
– Las melenas también: del corte à la garçon de Twiggy
– Los bobs revolucionarios de Vidal Sassoon
– El estilo como arma de empoderamiento femenino

Una revelación profesional

Una anécdota con Mary Carita ilustra perfectamente esta transformación. Cuando Mary le preguntó por qué pintaba, Raffel respondió: «Es que a mí me gusta más dibujar que ser peluquero«. La respuesta de Mary fue profética: «Yo voy a hacer que te guste más ser peluquero que dibujar«.

Primero le encargaron diseñar el escaparate, y después cumplieron su promesa. «Esto no fue solo una anécdota, sino un punto de inflexión; la prueba es que volvió con las pilas cargadas y viendo que ser peluquero era algo más», resume Carol.

Lo que aprendió en París:
– La peluquería como negocio global de imagen
– Integración del arte, dibujo y pintura en el oficio
– Creación de contenido para clientas (pioneros en marketing)
– Visión empresarial más allá de la técnica

La vida y legado de Raffel Pagés

Al regresar a España, Raffel Pagés trajo consigo una perspectiva completamente renovada. La «España gris» de aquellos años contrastaba fuertemente con la efervescencia parisina que había vivido.

La independización y el nacimiento de la marca

«En Carita aprendió no solo a ser peluquero o ‘coiffeur’, sino a entender qué era un negocio global de imagen. Cuando llegó aquí, vio que mi tío tenía una posición más tradicional y, aunque siguieron trabajando juntos, en 1975 decidió montar su salón, otro tipo de empresa, totalmente independizado«, explica Carol.

La filosofía revolucionaria: Peluquería emocional

La clave que marcó para siempre el legado Raffel Pagés fue su concepto de «peluquería emocional». No se trataba solo de cortar cabello, sino de «tratar a la clienta como una persona, y entenderla como un ser global, no solamente del cuello hacia arriba».

Los pilares de la peluquería emocional:
– Ver la imagen completa de la persona
– Entender la esencia individual de cada cliente
– Observar cómo se mueve y actúa la persona
– Crear un estilo basado en la personalidad
– La consigna principal: «No peinamos cabellos, peinamos almas»

La herencia familiar

Raffel «heredó el savoir faire de su abuelo, que era un gentleman total, muy guapo, y creo que mi padre aprendió la clase, la imagen, la elegancia», opina Carol. Pero añadió su propia visión revolucionaria del servicio y la atención al cliente.

El crecimiento de un imperio

Lo que comenzó como un salón familiar se convirtió en «una cadena con más de 80 peluquerías y centros de formación». La diferencia clave: «en esta cadena no hay franquicias, sino socios.«

Preguntas frecuentes

¿Quién fue el fundador de Raffel Pagés?

Rafael Pagés Sr. es el verdadero fundador de la dinastía Raffel Pagés, comenzando en 1925.

¿Cuál es el lema de Raffel Pagés?

El lema es «No peinamos cabellos, peinamos almas», reflejando su enfoque emocional en la peluquería.

¿Qué importancia tuvo París en su formación?

París fue clave para Raffel, donde aprendió sobre estética, negocio y creó conexiones que transformaron su enfoque.

¿Cuántas peluquerías tienen actualmente?

Tienen más de 80 peluquerías y centros de formación, enfocándose en un modelo de negocio con socios.