Cada cierto tiempo, a veces con un intervalo de unos años, se hace viral un nuevo truco para saber si el cabello corto le va a sentar bien a un rostro o no. O el mismo, que resurge una y otra vez. Entre estos consejos, reglas y métodos reincidentes se encuentra la “regla del 5,7” o la regla de los 5,7 cm. ¿En qué consiste? Y, lo más importante, ¿los expertos la avalan?
Cualquier método que prometa confirmarnos si el cabello corto va a sentarnos bien o no tiene lo necesario para triunfar en internet y las redes sociales. Sobre todo, si es un truco casero. Entre estos múltiples consejos, leyes y métodos se encuentra la regla del 5,7, o la regla de los 5,7 centímetros.
¿Qué es la regla del 5,7?
Se la inventaron los expertos de la firma John Frieda y en teoría sirve para calcular, teniendo en cuenta el rostro de una persona, si a esta le quedará mejor el cabello corto o largo. Antes de preguntarle a los peluqueros por este truco, vamos a ponernos en contexto y a ver en qué consiste. Para hacer este cálculo solo necesitaremos una regla, un lápiz y un espejo.
Así se hace:
- Colócate frente al espejo.
- Coge el lápiz y colócalo horizontalmente justo debajo de tu barbilla.
- Coloca la regla en vertical, partiendo del lóbulo de tu oreja.
- Mira en qué punto se cruzan el lápiz y la regla y esa será la distancia clave.
Si el número resultante es menor de 5,7 centímetros (el equivalente a las 2,25 pulgadas que fijaban en la teoría de John Frieda), significa que sí; a nuestro rostro le sentaría bien el cabello corto. Mientras que, si es mayor de 5,7 cm, problablemente nos favorezca más el largo.
¿Qué opinan los profesionales de la regla del 5,7?
Ana Alcázar, estilista del salón The Beauty Concept Hair, considera que esta regla no tiene “ningún criterio”, mientras que, “lo que dicta es básicamente lo que realizamos en los procesos del visagismo para analizar las facciones de una persona antes de elegir el corte o el color que vamos a realizar”. Según la experta, no podemos basarnos solo en una medida para saber si el “cabello corto” va a favorecer a la clienta, partiendo de que hay infinitos tipos y longitudes dentro de esa categorización tan amplia.
“Hay que tener muchos factores en cuenta como, por ejemplo, la forma de la cara, la longitud de la barbilla, la mandíbula, el cuello y, sobre todo, la calidad del cabello. Nunca sabes cómo está realmente el pelo hasta que lo sometes a una valoración profunda”, añade Alcázar.
Frente a estos “trucos” caseros, tan llamativos en un primer impacto, pero con poca eficacia o validez reales, Alcázar pone en valor los conocimientos y la experiencia de un profesional. En su caso, son sus 20 años de experiencia lo que utiliza para ver junto a sus clientas “qué va a potenciar sus rasgos más bonitos o cómo dicha elección ocultará o disimulará aquellos que prefieran que no resalten”.
Eu García, estilista especialista en coloración y tratamientos de Bloss Barcelona, opina lo mismo: ¿tiene sentido? Estrictamente, sí, pero es una norma muy limitada para todas las consideraciones que hay que tener en cuenta. “Tiene sentido; siempre se ha dicho que el pelo corto queda bien a las personas que tienen una cara pequeña. Pero, según mi experiencia, que ya es de 13 años en el mundo de la peluquería, creo que hoy en día esa regla queda un poco anticuada: ¡el mundo de la moda ha cambiado mucho!”.
García también dice que, si se tuviera que ceñir simplemente a su formación, está claro que recurriría a sus conocimientos de visagismo, pues es el conjunto de técnicas que se aplican para estudiar las formas de la cara. “Existen muchas formas de cara: cuadrada, en forma de corazón, de diamante, de triángulo invertido, etc., y también se ha dicho siempre que la forma perfecta sería la ovalada”, pero aquí tenemos otro ejemplo de que la moda, las tendencias y los gustos sociales cambian e influyen en las decisiones sobre lo que “queda bien” o no.
“Solo hay que ver estos años atrás: la gente está apostando más por llevar looks con una estética más punk, más andrógina, como pueden ser con los cortes mullet o un pixie. Son cortes que empoderan mucho a las mujeres, looks fuertes y agresivos pero sexys al mismo tiempo. En definitiva: yo soy de las personas que piensa que todos los cortes quedan bien; todo depende del estilo que tenga la persona y cómo lo defiendan”.
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