Llevar un look diferente no requiere, en todos los casos, tener que cortar, teñir o peinar. Las pelucas sirven tanto para aquellas personas que tienen un cabello débil o han sufrido una gran pérdida de pelo por problemas de salud o tratamientos médicos, como para aquellas y aquellos que deseen lucir un pelo diferente al suyo sin tener que hacerse nada. Y, seguramente, ya hayas oído hablar de las pelucas de pelo natural.
Pero ¿por qué usar estas pelucas naturales y no artificiales? ¿dañan el cabello? ¿cómo se cuidan? Todas estas preguntas tienen su respuesta, que deben conocerse antes de recomendar la compra a una cliente.
¿Qué son las pelucas de pelo natural?
Las pelucas naturales se generan a partir de pelo humano real, normalmente de hasta tres personas diferentes.
Cada hebra creció en el cuero cabelludo de alguien (que donó su cabello a alguna peluquería) y pasará un proceso de esterilización y elaboración para que todas estén ordenadas de raíces a puntas y tengan un color y textura uniforme.
¿Peluca natural o peluca artificial?
Elegir entre el tipo de peluca que se va a comprar debe ser una decisión bien pensada. Ambas aportan sus ventajas y sus inconvenientes. Pero, al final, la última palabra pertenece siempre a quien vaya a llevarla.
- Las naturales son más caras porque la calidad es notablemente más alta. El resultado es similar al del propio pelo: se comporta de la misma manera, se encrespa si hay humedad o se seca cuando falta hidratación; por lo que habrá que cuidarlo tanto como al propio pelo.
- Llevar una peluca natural es menos incómodo porque son más ligeras y el movimiento, la caída y el tacto son idénticos a cualquier melena natural.
- Las pelucas de pelo humano pueden teñirse, cortarse, rizarse, plancharse… ¡como si fuera la propia melena! Son totalmente personalizables y permiten a quien la lleve poder cambiar de peinado siempre que quiera.
- Por otra parte, dejan transpirar mejor la piel gracias a la base de tul flexible que simula el cuero cabelludo y se adapta a la cabeza para sujetar la peluca. Esta base de monofilamento deja visible el cuero cabelludo del cliente y el nacimiento del cabello, lo que consigue una naturalidad absoluta.
- La raya puede peinarse hacia cualquier dirección. En las artificiales las hebras van mucho más fijas y se tiene menos libertad de movimiento.
- Tanto las naturales como las artificiales se adaptan bien a cada morfología. La mejor opción será decantarse por las que tengan un sistema antideslizante en lugar de adhesivos o pegamentos, mucho más incómodos.
¿Cómo se cuida una peluca de pelo natural?
Las ventajas de estas pelucas quedan claras. Pero, para que esta falsa melena se mantenga brillante e hidratada como el primer día, hay que seguir unas pautas para su cuidado.
Cuando se lave, siempre utilizar productos específicos y de ingredientes naturales. Se deben distribuir con un peine o con los dedos, pero nunca frotando.
Si no se está utilizando, la peluca debe descansar sobre una cabeza de corcho. De lo contrario, podría deformarse.
No es recomendable bañarse en el mar o en la piscina con ellas.
Ante una exposición prolongada al sol, utilizar gorras y sombreros para evitar una deshidratación y la sequedad.
Las lacas, gominas y productos de misma composición dañan el cabello a la larga. Por eso, mejor no utilizarlo en las pelucas.
Aunque se sigan todos estos consejos, es probable que se vaya perdiendo densidad y brillo. Lo mejor, es llevarla al centro de belleza para que puedan arreglara o realizarle un tratamiento de hidratación.
Dudas frecuentes sobre las pelucas
¿Dañan el cabello?
No. Ni las pelucas ni las prótesis estropean el cabello de quien las lleve, pero para ello deben utilizarse adecuadamente. Si te interesa, lee este artículo sobre las prótesis capilares.
Es importante que el tejido sea transpirable, porque al igual que la piel, el cuero cabelludo también suda y transpira, por lo que debe poder hacerlo sin problemas.
También, en las zonas donde se produce el roce de los elásticos, el pelo podría llegar a debilitarse a largo plazo, si la peluca se utiliza durante muchas horas seguidas, varios días seguidos.
Para evitar esto, y que la peluca se adapte bien a la cabeza y no produzca ninguna rozadura, es importante elegir bien la talla y el material.
Después de varias horas con ella, es normal que el cabello pierda su volumen y se apelmace. Pero, en cuanto se lave, volverá a la normalidad.
¿Cuánto cuesta una peluca de pelo humano?
Rondan los 150 €. A mayor calidad, mayor precio. Eso sí, se les saca partido. Con un buen mantenimiento y cuidado, pueden durar hasta un año.
Por eso, las pelucas sintéticas pueden ser algo más baratas; no duran tanto y se podrán secar ni con el secador, ni alisar con la plancha, entre otras diferencias.
¿Dónde comprarlas?
Lo más adecuado es personalizar cada peluca al paciente o cliente, cogiendo sus medidas y tomando una muestra de su cabello (color, textura, longitud…) para poder recrear una melena lo más natural posible.
Sin embargo, también existe la opción de comprar una peluca estandarizada en una tienda especializada en pelucas, tanto física como online, para después adaptarla al estilo de cada persona. Ahora ya sabes por qué recomendar pelucas de pelo natural a las clientas del salón de belleza.
