Dice Javier Ventoso que, justo después de pasar la pandemia, la gente se convirtió en hielo. Fuimos (¿y somos aún, quizá) gente más fría, que apenas podía demostrar sus sentimientos (por incapacidad mental y también física); pero, sobre todo, que sentía desconfianza ante cualquier persona. Vivíamos con ese miedo y esas preguntas no pronunciadas constantemente en la cabeza: «¿tendrá el covid? ¿me lo pasará? ¿a quién podría pasárselo yo?” Pero no expresar los sentimientos no implica no tenerlos. ¿Por dónde se escapan los sentimientos que no llegamos a dejar salir? Para el peluquero, en Le sacre coeur, “nuestros sentimientos de dolor salen reflejados de color rojo por nuestros sentidos: por la nariz, los ojos y la boca. Es una forma de emanación de una persona fría en el exterior que por dentro está ardiendo de sentimientos”
Peluquería_ Javier Ventoso (@javier_ventoso)
Fotografía_ Esteban Roca (esteban_roca_photo)
Maquillaje_ Josep López Martí (@josep_makeart)
Estilismo_ Alberto Bernal y EASDAlcoi (@abbernal__ y @easd_alcoi)
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