Haircuts4homeless: mucho más que unos cortes de pelo

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Haircuts4Homeless es un proyecto en el que peluqueros voluntarios realizan cortes de pelo gratuitos a personas sin hogar. Eso es lo que hacen y, sin embargo, su valor es infinitamente más grande. “Puede ser ‘solo un corte de pelo’ pero es la amabilidad mostrada lo que hace a estas personas saber que importan», opina su fundador.

El peluquero británico Stewart Roberts dio vida al proyecto Haircuts4Homeless en noviembre de 2014 casi por accidente, según cuenta. “Estaba de voluntario en un Ejército de Salvación en Essex, hablando con la gente sobre las adicciones, ya que yo mismo llevo 15 años sobrio, y vi a los sintecho que entraban a por algo de comer”. Hacía poco que había visto un vídeo donde un peluquero realizaba cambios de imagen a personas sin hogar y le pareció buena idea: “en la siguiente reunión, me traigo yo también mis tijeras”, se le ocurrió.

Una idea que acabó en ONG

Ese gesto momentáneo, una acción residual, sería el comienzo de un proyecto que le cambiaría la vida, pues a día de hoy este proyecto es una organización benéfica que ha llegado a ramificarse en 68 delegaciones que se extienden por todo Reino Unido e Irlanda. Son 600 los peluqueros voluntarios que han participado en la iniciativa y más de 40.000 los cortes de pelo que han realizado.

El cómo este proyecto creció tan rápido hay que agradecérselo a las redes sociales y su capacidad de viralidad. Tras esa reunión en la que se puso a hacer cortes de pelo, Roberts subió algunas fotos en Facebook y pronto empezaron a lloverle los mensajes de apoyo y de personas dispuestas a ayudar. “Otros centros se pusieron en contacto conmigo y empecé a crear equipos de voluntarios. Este se convirtió en mi modelo y nos instalamos en iglesias, centros de asistencia y refugios, en cualquier lugar al que acudieran personas sin hogar en busca de ayuda”. Esta forma de asentarse les permitió también que fuesen ellos quienes se acercasen a la iniciativa y no al revés; una manera de ayudar sin invadir su espacio o alterar sus dinámicas. “Una vez establecidos, volvemos una vez cada seis semanas para que los visitantes puedan crear confianza y una relación con nosotros”.

Lo que de verdad importa

Y es que es ahí, en el vínculo, donde reside la verdadera clave de esta iniciativa. “Pronto me di cuenta de que era mucho más que un corte de pelo lo que estábamos ofreciendo. Se trata de respeto, de conexión, de contacto y comunicación” explica el estilista. Todos sabemos el poder que tiene esta profesión para derribar barreras, para crear un lazo emocional, aunque sea el de la cercanía y la confianza, entre estilista y cliente. Y, para determinados clientes, esto es realmente especial y significativo. “Estamos hablando de personas que frecuentemente dicen sentirse invisibles y muy solas, por lo que, para ellos, que alguien les toque o tenga una conversación con ellos es un mundo; y es algo realmente hermoso de presenciar”.

Un ejemplo de tantos momentos que han marcado al estilista fue justo al terminar la cuarentena. “Siempre recordaré que la primera vez que salimos del encierro volvimos a un local de Londres y un tipo llamado Mick se acercó corriendo a saludarme diciendo lo mucho que nos había echado de menos y lo solo que había estado”. Uno de esos momentos que te obligan a ver más allá de tu realidad. A darte cuenta de cuánto ha supuesto esta pandemia para muchas personas, o cuánto puede suponer una pequeña charla y un cambio de look en otras vidas.