Adrián Pardo, por la puerta grande

Adrian Pardo

Ojalá todas nuestras primeras veces, todas nuestras óperas primas, fueran tan atinadas, tan redondas, como KAOS, la primera colección creativa de Adrián Pardo, peluquero con salón homónimo en Málaga. Se estrena con una colección comercial, pero con un marcado giro creativo; con colores arriesgados, pero actuales y demandados. Con elementos nostálgicos en una estética moderna. Se estrena con la práctica ya entrenada y un discurso prometedor. En definitiva, por la puerta grande.

Adrian Pardo
Adrián Pardo

Entrevista a Adrián Pardo

Pregunta- ¿Cuál ha sido la inspiración de tu colección?

Respuesta- La principal fuente de inspiración ha sido la tendencia actual de la clientela de mi salón. Quería mostrar que la peluquería comercial cada vez evoluciona más hacia la peluquería creativa. Y para ello me inspiraron sus propios looks, sus gustos musicales, su trabajo… Es un cúmulo de ideas y tendencias, de ahí el nombre de la colección: KAOS.

P.- En el color, vemos verdes, fucsias o “viva magenta”, el color del año, naranjas… ¿Por qué estos colores? ¿Moda rave, o y2k?

R.- Efectivamente, las influencias principales son los 2000 o la moda y2k, la tendencia oriental, el gaming, retrofuturismo… Y todas ellas van unidas por la paleta de colores que ellas llevan, con fondos neón y luminosos.

P.- Y, en cuanto a las técnicas de corte o los estilismos. ¿Qué vemos?

R.- En cortes podríamos decir que son bastante más comerciales que el color en sí. Estamos hablando de dar un giro a cortes más habituales, como puede ser un microflequillo o los baby hairs en una melena recta midi; extremar un mullet con una patilla creada desde un perfil, o un corte en capas largas con perfiles, con un styling un poco más arriesgado como un mini “space bun”.

P.- ¿Es esta tu primera colección, o ya habías probado antes? ¡Vaya estreno! ¿Cómo pensabas que sería la experiencia de realizar una colección y cómo ha sido?

R.- Podríamos decir que es mi primera colección completa, tanto la idea y la ejecución, el corte, el color, la idea de estilismo… Anteriormente llevé a cabo algunas editoriales, pero en ellas no había un concepto de colección o, si lo había, no integraba todos los elementos.

Ha sido un proceso largo, con mucha ilusión, pero con muchas horas de trabajo detrás y mucha implicación por parte de todo el equipo. En el camino he tenido una suerte enorme, por aprender mucho y nutrirme. La experiencia ha sido brutal, tanto que ya están en marcha otros proyectos.

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P.- Eres un especialista en colores fantasía. ¿Qué crees que es fundamental para tratar estos tonos; qué convierte a un colorista en un buen colorista?

R.- Pienso que lo fundamental es tener una base de conocimientos teóricos sólida, una experiencia previa en decoloraciones y, sobre todo, tener la posibilidad de probar, experimentar y aprender de los fallos. Detrás de un color fantasía impecable hay muchas pruebas previas, en mechas test, trabajo en extensiones, práctica de técnicas de decoloración y de tinción. Eso te surte de una serie de recursos con los que enfrentar cualquier contratiempo durante un proceso de color.

P.- Llevas 9 años en peluquería, 4 en tu propio salón. Eres formador en el colectivo ‘Color United’… ¿Nos dejamos cosas? A pesar de esta trayectoria, ¿podemos decir que eres un ‘nuevo talento’ en peluquería creativa?

R.- ¡Uf! Ja, ja… ¡Palabras mayores! Me siento muy orgulloso de poder llegar a sostener ese título. Llevo 10 años y 5 con mi salón y, desde la apertura, compaginando formaciones con escuelas privadas, marcas de color, con Colors United y formaciones privadas… Pero todavía queda mucho camino por delante.

P.- Honestamente, ¿qué crees que necesitan los peluqueros para probar en este sector o por qué crees que
en tu gremio no se hace tanto?

R.- En primer lugar, diría que lo básico es que te apasione esa mezcla de adrenalina y respeto que infunde una decoloración global, por ejemplo. Ese impulso es el que hace que quieras experimentar y formarte cada vez más. Es cierto que el producto que se use debe ser de la máxima calidad y que las técnicas y los procesos deben ser aplicados minuciosamente para obtener un resultado óptimo.

En cuanto a la peluquería creativa, creo que está todavía en un segundo plano porque el ritmo diario de un salón hace muy difícil introducir este tipo de clientes, y reconozco que no siempre son trabajos rentables, y que muchas veces hay que visualizarlo como una inversión, de cara a ir construyendo una cartera de clientes que sí generen un beneficio al salón. Pero es un proceso arriesgado que, empresarialmente, cuesta emprender.