Algunos salones tienen la particularidad de conectar la creatividad con la moda de la calle y sin ni siquiera hacer una adaptación de su lenguaje. Esto sucede cuando los peluqueros cuentan con la confianza de los clientes, un proceso que se forja con el trabajo diario, con la pedagogía que se ejerce en el día a día y que coloca al cliente en el centro siempre. Así se siente protegido, respaldado y en las mejores manos. Es lo que les sucede a Eva González y José Salvador de Makeover.
Las redes sociales son una de las principales fuentes de inspiración, para peluqueros y clientes. Muchos de ellos ven allí looks impresionantes que sirven de referente a la hora de escoger su imagen. Eso ha familiarizado muchas tendencias más extremas como los colores fantasía, así como cortes como el mullet. Aunque las redes también nos lanzan un mensaje que prioriza la personalización, la experimentación y el atrevimiento, tal y como afirman José Salvador y Eva González, del salón Makeover: «Las redes sociales nos inspiran mucho, pero no lo suficiente. Esa vuelta de tuerca que necesitan las colecciones y tener un punto diferente nos lo dan nuestros propios clientes. Ellos vienen preguntándonos por cosas diferentes y gracias a ellos tenemos que esforzarnos. Nuestros clientes son nuestra fuente de inspiración y el termostato de si lo estamos haciendo bien».
Para lograr que los clientes nos motiven, previamente debemos enfocar nuestro oficio desde una perspectiva distinta, con mucha pedagogía. Entender cómo y porqué hacemos lo que hacemos no solo nos ayuda a crear un vínculo de confianza, sino que revaloriza nuestro trabajo y nos coloca en una posición privilegiada de experto: «Nosotros, el lenguaje más creativo, intentamos no maquillarlo porque la mejor manera de que el cliente entienda que estás haciendo algo diferente es llamarlo por su propio nombre. A nosotros nos gusta explicar cada trabajo, cada servicio para que el cliente tenga la máxima información y, sobre todo, para que vean que es veraz, que lo hacemos para obtener un resultado y cuando ellos lo ven, nuestras palabras cobran muchísimo más valor.», aseguran los responsables de Makeover.
Convertirte en un especialista te respalda profesionalmente y atrae a público que desea dar un paso más allá con su imagen. Cuando queremos ser atrevidos, buscamos a profesionales con la suficiente solvencia para llevarlo a cabo sin riesgos. Por tanto, los clientes atraen a otros clientes viendo un resultado óptimo creativo y diferente. «Nuestros clientes nos atraen a personas atrevidas que buscan algo distinto, tener o crear algo singular y sin ser necesariamente ultramodernas o muy especiales. Pero cuando alguien quiere apostar por algo y necesita una seguridad, esos trabajos, esos colores y matices van a salir cómo ellos quieren. Al final generamos una confianza entre peluquero y cliente al 100%, algo que hoy en día es complicado de conseguir.», comenta la pareja al mando de esta firma.
Los clientes valoran muy positivamente que creemos una experiencia distinta con cada uno de ellos, no solo estéticamente, sino que todo lo que haga referencia a su imagen nos importe y así se lo hagamos saber. Explicar los procesos es necesario, les educamos y les enseñamos a cuidarse. Pero, aún podemos dar un paso más allá, mostrándonos inconformistas y ávidos por avanzar y crecer como profesionales: «Nuestros clientes, creo que lo que valoran de nuestra vertiente artística es que somos creativamente muy inquietos, que no paramos y vamos buscando algo más allá. Sobre todo, que, además, les hacemos partícipes a ellos, que para nosotros lo más importante no son nuestras fotos ni nuestras imágenes, son ellos.», indican Eva González y José Salvador.
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