La última colección de tendencias de peluquería comercial de Franck Provost tiene un look que nos encanta y que es de los más solicitados últimamente (aunque, en realidad, es un clásico que nunca ha pasado de moda): el bob cuadrado o bob carré, el más parisino de los bobs. Lo mejor de este look es que es versátil y personalizable: liso, con rizos, con ondas marcadas… Get the look paso a paso.
Si en este artículo te enseñábamos la nueva colección de Franck Provost, su propuesta de peinados, cortes y tonos para esta temporada (aunque bastante atemporales), que está compuesta de tres looks… Aquí te enseñamos un poco más en detalle cómo se ha realizado uno de ellos, nuestro favorito, el que han llamado en su colección el look Daniella, un bob cuadrado o carré.
Cómo hacer el bob cuadrado
“El look Daniela tiene la peculiaridad de que, dentro de ser una melena cuadrada, son dos técnicas en uno, ya que la zona interior del cabello lleva una línea recta, pero también un pequeño degradé en elevación en todo lo que es el contorno”, nos explica Carlos Fernández, Education Manager de Franck Provost.
“En la parte superior lo que hacemos es dejar caer la melena y cortarla en glissé como un centímetro y medio más largo para crear volumen horizontal y dar esa sensación de melena recta y cuadrada. Recibe el nombre de técnica en desconexión porque hay dos planos de corte que se desconectan: la zona interna del cabello y la zona superior”, continúa.
Todo el abanico de styling
Como dice el estilista, se trata de un “trabajo hiperpersonalizable, tanto en corte como en color, que se adapta según los gustos y necesidades de la clienta, analizando la forma de su óvalo facial y tipo de cabello, siendo apto para todas”. Además, ofrece infinitas posibilidades de styling.
En uno de los looks de la colección vemos este carré gráfico trabajadocon la ayuda de una tenacilla y después deshecho con los dedos para crear ondas suaves.
Otro de los estilismos es un brushing con movimiento, realizado con un cepillo redondo. Es un perfecto equilibrio entre sofisticación e informalidad; pretende ser glamuroso y sexy, con un movimiento lateral que aporta un plus de flexibilidad y de volumen.
Por último, un brushing liso, realizado con plancha para lograr un cabello ultralacio y ultrabrillante.
Cómo conseguir el color
En cuanto a coloración, se trata de un marrón frío matizado con ayuda de velos cachemira más claros para aportar movimiento y profundidad al corte. Para lograrlo, según explica el estilista Carlos Fernández, “hemos trabajado con una técnica exclusiva de Franck Provost, que recibe el nombre de Brun Cashmere o moreno cashmere, donde se trabajan con una esponja los puntos de luz que se realizan en tres secciones de los laterales, no se trabaja la zona de atrás. Todo ello con un producto aclarante sin amoniaco y con arcilla en el que iluminamos dos o tres tonos por debajo. Encima aplicamos, en función de si hay que cubrir canas o no, un producto más respetuoso con el cabello bajo en amoniaco o directamente sin él. De esta manera, lo que creamos son relieves de color con una profundidad de altura 4 o 5 de base, aportando mucha luz y se potencia el contraste de la zona de los laterales, que es la que enmarca el rostro”.
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