Al observar un cochecito de bebé, nos damos cuenta inmediatamente de si se trata de una niña o un niño. El color de su chaquetita lo delata sin lugar a dudas: rosa para ellas, azul para ellos. Pero esta asociación de color y género no fue siempre así. Este es solo uno de los ejemplos del impacto que tiene el color en la imagen personal. Hablamos sobre él, también, con dos expertas en asesoría de imagen.
Por Gonzalo Zarauza
Históricamente, los colores se asociaban a ambos géneros de forma inversa a como los entendemos hoy. El rosa proviene del rojo, un color más activo y vigoroso, y por tanto, se relacionaba con la fuerza, la sangre y la valentía. Por el contrario, el azul es más virginal, delicado y puro. A partir de los años 40, todo esto cambió, debido a un acuerdo que facilitaba mucho el trabajo de fabricantes y publicistas. Por lo tanto, el estereotipo de asociar el rosa con las niñas y el azul con los niños, aunque parece que viene de lejos, es relativamente reciente.
Los medios de comunicación y la industria del consumo, en gran parte, han sido los responsables de promover esta concepción tradicional conocida como “color de género”, que no es otra cosa que una construcción social por la cual, por ejemplo, se puede cuestionar la identidad y orientación sexual de un hombre solo por vestir de rosa. Dicho de otro modo, nos han vendido la idea de que los colores oscuros o en tonalidades fuertes son masculinos, porque los hombres son “rudos”, “vigorosos” y “dominantes”, mientras que los colores claros y las tonalidades pastel son femeninos, porque las mujeres son “suaves”, “débiles” y “pasivas”.
La moda neutra
Por fortuna, esto ha ido cambiando, y cada vez son más las personas que han dejado de lado esta visión estereotipada que condena o, al menos, pone en entredicho a mujeres y hombres si no se visten con los colores que les “corresponden”. De hecho, ya se habla de un tercer tipo de color de género, el neutro, que abarca el blanco, el caqui, el amarillo, el verde y el naranja, colores que no tienen asociaciones fuertes con lo femenino o lo masculino.
Si trasladamos este tema a la industria de la moda, veremos que, desde allí, se han hecho varios intentos por democratizarla. Sirva como ejemplo el movimiento unisex promovido en los años sesenta. Su premisa era que las prendas de vestir estuvieran despojadas de cualquier etiqueta que las definiera como masculinas o femeninas. Así, los vaqueros, las camisetas y zapatillas como las Converse empezaron a ser usados indistintamente por hombres y mujeres.
Al cabo de unos años, llegó la moda andrógina. David Bowie fue uno de los pioneros. Su estilo irreverente y novedoso para la época se convirtió en fuente de inspiración para grandes casas de moda como Givenchy, Prada, Chanel, Calvin Klein o Louis Vuitton, que empezaron a abrazar la diversidad sexual en sus pasarelas de la mano de famosos como Tilda Swinton, para Chanel, o Jenny Shimizu para Calvin Klein. Todos ellos apostaron por un look andrógino, que rompía con las ideas predeterminadas de género y abogaba por la libertad de pensamiento, lo cual no era más que un reflejo del cambio que estaba acaeciendo en la sociedad.
Frente a los “colores de género” surge también el neutro, que abarca el blanco, el caqui, el amarillo, el verde y el naranja, colores que no tienen asociaciones fuertes con lo femenino o lo masculino
Libres para vestir y ser
En la actualidad, existe el movimiento genderless o neutro, que lleva la estética unisex a su máxima expresión. Su propósito es que hombres y mujeres sean libres de vestirse como quieran. Por ejemplo, hace pocos años, una campaña de Louis Vuitton, que tenía a Jaden Smith como modelo, marcó tendencia, pues el actor aparecía en medio de varias chicas luciendo una falda plisada.
En resumen, los colores, las prendas de vestir y, el look personal han ido transformándose, por suerte. Mucha gente se ha ido liberando de esas cadenas que le ataban a ser, vestirse y comportarse de acuerdo con lo que era esperado para su género. Ahora, más que nunca, la apariencia personal se trata de una expresión del ser, de una cuestión de seguridad, libertad y comodidad. En mi opinión, no se trata de cómo vayamos vestidos, sino de lo que somos, de nuestra propia esencia. ¡Que lo que vistamos no solo nos defina, sino que nos fortalezca!
ILANA BERENHOLC
Experta en imagen y marca personal y formadora. Es pionera en el desarrollo de la asesoría de imagen en Brasil y creadora del metodo Style.Int. Le encanta explorar la singularidad y la individualidad que hacen que una persona sea diferente de las demás. Tiene una visión muy personal sobre el universo del color y su influencia en la comunicación. Para ella, la imagen personal es un camino para que las personas se sientan cómodas sobre quiénes son y libres de expresarse, cumplir sus sueños y alcanzar sus metas de vida. Actualmente forma parte de AICI España.
www.ilanaberenholc.com
@id.int_ilanaberenholc
«Juzgar una imagen como positiva o negativa siempre dependerá de si nos ayuda a lograr nuestros objetivos o no”
P.- ¿Qué nivel de importancia le das al color del vestuario?
R.- Entre todos los elementos de diseño, el color es el que capta la atención en primer lugar. Por lo tanto, es imposible negar su impacto en la imagen personal. Además, el color puede potenciar o sabotear la belleza, lo que obliga a gestionarlos adecuadamente.
P.- ¿Qué impresión te causaría un ejecutivo de finanzas con mechas rubias?
R.- Hoy en día, hay mucha libertad para expresarte a través de la imagen. Juzgar una imagen como positiva o negativa siempre dependerá de si nos ayuda a lograr nuestros objetivos o no. Los asesores de imagen siempre deben trabajar respetando los deseos y preferencias de sus clientes, equilibrándolos con sus objetivos de posicionamiento y comunicación.
Puede compensar la comunicación de su cabello con los colores de la ropa, líneas más rectas y geométricas en el corte de cabello y el marco de las gafas.
P.- ¿Qué importancia tiene el color de género en la imagen personal? ¿Crees que este concepto es interpretado de la misma forma en diferentes países?
R.- Dar color al género es principalmente una característica del siglo XX. Sin embargo, no todas las asociaciones de color son universales; pueden tener diferentes significados en diferentes países o culturas. Elegir colores asociados con un género específico puede ser una forma de situarse en
una ubicación determinada. Hoy, por ejemplo, el rosa está fuertemente relacionado con la fluidez de género, el feminismo y la generación del milenio.
P.- Danos alguna clave para acertar siempre con la elección del color en el vestuario.
R.- Repite el color de los ojos, principalmente azul y verde, cerca de la cara.
- Para encontrar tu mejor tono de rojo, mira el interior de tus labios. Este tono es ideal para corbatas, lápices labiales y esmaltes de uñas.
- El uso de colores asociados con el color del propio cabello en zapatos, bolsos y accesorios, siempre mejora la imagen.
P.- ¿Una frase inspiradora?
R.- «Descubrí que podía decir cosas con colores que no podía decir de otra manera, cosas para las que no tenía palabras», Georgia O’Keeffe.
ZOHRA BENA
Es licenciada en Negocios Internacionales del Ámsterdam School of Applied Science. Consultora en imagen y color y fundadora de ZB Image Consulting, que tiene como objetivo ayudar a personas y empresas a reconocer sus fortalezas y definir su imagen y marca personal.
Es la actual presidenta de AICI España y es la embajadora de IITTI (Institute of Image Training and Testing International), que es el estándar global en habilidades blandas (soft skills).
Es socia exclusiva del sistema COLORCLOCK™, diseñado por Leatrice Eiseman, directora ejecutiva del Pantone® Color Institute.
www.zbimage.com
@benazohra
P.- ¿Qué nivel de importancia tiene el color del cabello en la imagen personal?
R.- Le doy el máximo nivel de importancia, ya que el rostro es el punto de enfoque en los encuentros personales. Por lo tanto, al teñir el cabello, hay que seleccionar el color teniendo en cuenta la calidez o frialdad del tono natural para que combine de la mejor manera con la piel.
P.- ¿Qué impresión te causaría un ejecutivo de finanzas con mechas rubias?
R.- El sector financiero es muy conservador y en él impera una imagen corporativa tradicional que inspire confianza y credibilidad. Por lo tanto, un ejecutivo no se puede permitir distracciones innecesarias que influirían negativamente en su imagen profesional y en su nivel de credibilidad.
P.- ¿Crees que el color de género es interpretado de la misma forma en diferentes países?
R.- Según un estudio reciente del profesor sueco Ivan Jung, sobre las distintas asociaciones culturales con diferentes colores, en la mayor parte del mundo los colores que se consideran masculinos son los colores oscuros –azul marino, verde oscuro, negro y gris– y los que se asocian a la feminidad, los claros y tonos pastel como el rosa y el lila.
P.- Danos algunas claves para acertar siempre con la elección del color en el vestuario.
R.- Fondo de armario con colores básicos y neutros para poder hacer buenas combinaciones de color.
- Elegir prendas con los colores personales. Sugiero hacerse un análisis del color, que nos permite descubrir si nuestras tonalidades son frías, cálidas o neutras y cuáles son nuestros colores estrella.
- Todos tenemos un distintivo cromático que realza el color de los ojos, el cabello y la piel. Se trata de reunir esos tonos en la ropa y accesorios y así crear un núcleo de colores que tendrá tu sello personal.
P.- Una frase inspiradora sobre el color.
R.- “El mejor color en el mundo es el color que te queda bien a ti”, Coco Chanel.
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