IN & OUT de la Peluquería Española (I)

peluqueria española

Por norma, la opinión que tenemos de nosotros mismos y la que tienen los demás varía ostensiblemente; ya sea porque proyectamos una imagen diferente a nuestra esencia –de forma consciente o inconsciente– o sencillamente porque los demás están impregnados de sus experiencias y concepciones previas y no pueden vernos con objetividad. En nuestro caso, nuestro colectivo tiene una idea particular de sí mismo, y esta es diferente de la percepción que nuestros clientes, las autoridades, los medios de comunicación… en fin, la sociedad en general, tiene sobre nosotros.

Por Gonzalo Zarauza

En esta primera entrega de In & Out os contaré mi opinión acerca de cómo el sector de la peluquería se siente desde dentro –in–, de cómo somos y cómo nos vemos; y os transmito la opinión de dos personalidades del gremio.

Históricamente, los peluqueros no hemos estado muy unidos. Aunque compartimos la pasión por nuestra profesión, cada uno de nosotros ha terminado yendo por su lado, creciendo, formándose, ganando experiencia; sí, pero aislado… Hasta ahora. Con la llegada del covid, ese maldito virus que, desde hace un año, ha cambiado nuestras vidas para siempre, sucedió algo que muy pocas veces se da en nuestro gremio: nos unimos.

El confinamiento fue, para la mayoría, un tiempo de mucho sufrimiento, de incertidumbre. Llegó tan de repente que muchos de nosotros no estábamos preparados, ni mental ni emocionalmente, para lo que nos venía. No sabíamos cómo saldríamos de esta, si veríamos la dichosa luz al final del túnel. Sin embargo, como colectivo que somos, encontramos la manera de recuperar la fuerza y el optimismo gracias a internet.

Juntos por una causa común

El ser humano es un ser social por naturaleza”, dijo Aristóteles, y desde luego tenía muchísima razón. En situaciones como el confinamiento, que genera sentimientos de desasosiego, de estrés, de miedo, es inevitable que busquemos refugio en otros que estén pasando por lo mismo, que tengan las mismas preocupaciones. Esto fue lo que sucedió entre nosotros, los peluqueros: las redes sociales se convirtieron en ese “bar de la esquina” donde todos nos juntamos para desahogarnos, compartir nuestras penas, buscar consuelo y, sobre todo, hacernos compañía. Ese “cibercontacto” generó una efervescencia muy propia de nosotros, y de pronto las relaciones de amistad y colegueo comenzaron a surgir y a fortalecerse. En esos meses, algo se empezó a mover. Hicimos piña, pusimos muchos problemas sobre la mesa, y fue así como logramos, por ejemplo, que el Gobierno hiciera una rectificación de su primer decreto y ordenara el cierre de las peluquerías ante la imposibilidad de mantener la distancia mínima dentro de los locales. Este, sin duda, fue un gran logro para nuestro gremio.

Nos veíamos fuertes, invencibles. Todos aportábamos y nos motivábamos mutuamente. Hubo un atisbo de esperanza, de que las cosas serían diferentes de aquí en adelante. Incluso llegué a pensar por un momento que ese sino solitario de los peluqueros estaba a punto de cambiar… Hasta que se levantó el confinamiento. Poco a poco, ese ambiente de unión que presagiaba grandes planes de futuro y que demostraba que la unión hace la fuerza, se fue desvaneciendo.

Conseguimos que el Gobierno cambiara un decreto, que nos escuchara, pero finalmente todo quedó en eso. Yo creo que esto ha ocurrido porque somos un sector muy emocional que se guía por impulsos más que por decisiones meditadas. No acabamos de tener la relevancia social que nos merecemos, quizá porque no hemos sabido construir cimientos sólidos a partir de los cuales seguir edificando una historia en conjunto. Si queremos evolucionar, es hora de dejar de pensar desde el “yo” y empezar a pensar desde el “nosotros”.

En la siguiente edición de la revista Coiffure Professionelle publicaré la segunda parte de In & Out, en la que hablaremos sobre la otra cara de la moneda, el “out”: ¿cómo nos ven desde afuera?

Preguntamos a los expertos

José Hierro

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José es un hombre muy conocido y querido en el gremio. Siempre entre bambalinas y despachos intentando un reconocimiento del sector por parte de los organismos e instituciones. Fundador de la Comisión Paritaria Nacional de Peluquería, miembro fundador de CONEPE y socio de Apemad SL. Si tuviera que describirlo en dos palabras, serían seriedad y compromiso.

Pregunta- ¿Qué es lo que más destacarías del sector durante el confinamiento?

Respuesta- La unión, solidaridad y ayuda desinteresada. La voluntad de compartir elementos de interés para el colectivo. La pandemia nos ha mostrado la falta de información que tiene el sector respecto a temas básicos (ertes, bajas, despidos, vacaciones…).

P.- ¿Cuál crees que es el mayor activo de la peluquería española?

R.- Sin lugar a dudas, el colectivo; los profesionales de la peluquería española son admirados y respetados en el exterior, y poco valorados aquí.

P.- ¿Qué propuesta harías al sector para mejorar nuestro prestigio?

R.- El desarrollo de una asociación nacional sólida y solvente, con representantes profesionales cualificados que sean capaces de transmitir las demandas y necesidades a las Administraciones, y la importancia de la peluquería a la opinión pública.

P.- ¿Tiene arreglo lo nuestro?

R.- Si algo nos va a dejar la pandemia es la importancia del concepto «unión». A pesar de la nula afiliación de los peluqueros a asociaciones profesionales en los últimos 40 años, confío en el colectivo. La esperanza es lo último que se pierde.

ULISES MESA

ulises mesa

Como muchos otros, entró a formar parte de la profesión casi por casualidad, pero pronto descubrió que la peluquería le ofrecía todo lo que necesitaba profesionalmente: creatividad y rentabilidad. De esto hace ya casi 20 años y, a día de hoy, su salón es referente y sus colecciones son pura inspiración. Ulises abandera la formación como pilar principal para el crecimiento y el desarrollo de los salones.

Pregunta- ¿Qué es lo que más destacarías del sector durante el confinamiento?

Respuesta- Sin lugar a dudas, la unión que se produjo durante la primera semana. Pero fue efímero… únicamente duró esa primera semana.

P.- ¿Cuál crees que es el mayor activo de la peluquería española?

R.- La creatividad, de eso vamos sobrados. Lo que nos falta es creer más en nosotros mismos. Aunque esto es un problema nacional en muchos ámbitos. No tenemos ese orgullo de país, como pasa en Francia o Italia, por ejemplo.

P.- ¿Qué propuesta harías al sector para mejorar nuestro prestigio?

R.- Tenemos que dejar de mirarnos al ombligo y pensar más como colectivo. Quizá hemos perdido la oportunidad de cambiar ciertas cosas. Hemos salido corriendo en cuanto nos reclamaron los clientes y medios de comunicación, abrimos las puertas sin mirar a los lados. Ahora estamos reclamando un IVA más reducido pero no soy muy optimista, incluso creo que nos lo van a subir al 23 %.

P.- ¿Tiene arreglo lo nuestro?

R.- Como dicen los políticos cuando no saben que contestar… Qué buena pregunta [risas].
Claro que lo nuestro tiene arreglo, pero tenemos que empezar a incluir la palabra “equipo” más allá de nuestro entorno más cercano o lugar de trabajo.
Cuando utilicemos la palabra “amistad” con menos frivolidad, cuando sintamos el éxito de los demás como un triunfo de la profesión, sin envidias ni rencillas, entonces estaremos en el buen camino; estoy convencido.