6 curiosidades históricas alrededor del bigote, las barbas y el afeitado

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Noviembre es el mes del bigote. Además de ser una tendencia en auge, el movimiento social conocido como ‘Movember’ marca el calendario de este mes, animando a miles de hombres en todo el mundo a dejarse el bigote como muestra de su solidaridad en la lucha contra las enfermedades esencialmente masculinas, como el cáncer de próstata, y para concienciar sobre la importancia de cuidarse.

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Pero más allá de fenómenos sociales y modas actuales, o de personajes históricos con barbas o bigotes icónicos como Dalí, Chaplin o Freddy Mercury tan presentes en el imaginario común, ¿qué entresijos o hechos históricos se esconden detrás del bigote, y por ende, la barba y el afeitado?

La marca BIC revela las 6 curiosidades del afeitado a lo largo de la historia:

  1. Los primeros Homo Sapiens ya se afeitaban
    El afeitado ha sido una experiencia humana durante 30.000 años. El Homo Sapiens ya se afeitaba con una piedra de sílex, un caracol o un diente de tiburón. Sin embargo, no fue hasta la Edad de Bronce cuando aparecieron las primeras maquinillas de afeitar con forma de disco o media luna.
  2. Los faraones, a la tumba con sus maquinillas
    En el antiguo Egipto, afeitarse era considerado un símbolo de riqueza y poder, por lo que los faraones se enterraban junto a toda su colección de utensilios para afeitar. Otra muestra (curiosa) de cómo el ritual de afeitado era símbolo de estatus, es que los sacerdotes se afeitaban todo el cuerpo antes de entrar en un templo.
  3. Filosofía y moda, unidos por la barba en la Antigua Grecia
    Los filósofos de la antigua Grecia lucían barbas densas y pobladas porque era la tendencia de la época.
  4. Barbas prohibidas en la Edad Media
    Durante la Edad Media, el Papa León IX prohibió al clero llevar barba y se exigía a los monjes que se afeitaran una vez al mes con una navaja especial, una hoja sujeta a un mango de madera.
  5. Un impuesto “por la cara” en el Imperio Ruso
    En el siglo XVII, el zar ruso Pedro I “El Grande” instauró un impuesto por llevar barba, con el objetivo de que la población se afeitara, siguiendo la tendencia europea, y modernizar así la sociedad del imperio ruso. El vello facial estaba pasado de moda y era una muestra de falta de civilización.
  6. La barba de Abraham Lincoln, petición de una niña estadounidense
    En octubre de 1860, el candidato republicano a las elecciones de Estados Unidos, Abraham Lincoln, recibió una carta de una niña de 12 años, Grace Bedell, sugiriéndole que se dejara barba para cubrir su cara delgada y mejorar así su imagen. En la carta, la niña le aseguraba que si lo hacía, convencería a sus cuatro hermanos y a sus padres para que le votasen. Una recomendación que desde luego siguió.