30.° aniversario del Centro BETA. Hablamos con Gonzalo Zarauza, su fundador

Fundadores Centro BETA
Ziortza y Gonzalo Zarauza y Alex Azurmendi

Gonzalo Zarauza tiene mucho que celebrar este 2020, y es que este año el Centro Beta ha cumplido 30 años. Desde Coiffure Professionnelle hemos querido felicitarle y charlar con él sobre su trayectoria, la familia de Centro Beta y sus pasiones: la formación y la peluquería.

El Centro Beta (San Sebastián) ha cumplido 30 años. ¡Que se dice pronto! “No me cabe en la cabeza que hayan pasado treinta años desde que inauguramos el Centro Beta. Todo ha sido tan rápido, probablemente porque lo hemos disfrutado mucho. Ya sabes que el tiempo es relativo. Cuanto mejor lo pasas, más rápido corren las agujas del reloj”, dice su fundador, el estilista Gonzalo Zarauza.

Pregunta.- ¿De qué te sientes más orgulloso de todos estos años de aprendizaje?

Respuesta.- De ver cómo nuestro proyecto iba creciendo y de haber hecho realidad tantas ilusiones que, desde el principio, tenía en mi cabeza, y sobre todo, al lado de Alex Azurmendi, que es el motor de mi vida y el combustible de todos mis proyectos.

P.- ¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de una peluquería?

R.- Mi madre, Isabel Norato, era la peluquera de Plentzia, el pueblo de Bizkaia en el que nací. En aquellos tiempos, era costumbre tener la peluquería en casa. Yo dormía en lo que era, en el día, la sala de espera de la pelu: una cama turca que en las noches se desplegaba y en el día era como un mueblecillo sobre el que se ponía un jarrón de adorno. Dormía entre vapores de permanente y nubes de laca. ¿Cómo no iba a ser peluquero?

Dos pasiones en una

Aunque cabía esperarlo, y él siempre lo tuvo claro, comunicarle a sus padres que quería dedicarse al oficio le resultaba muy difícil, por eso Zarauza se acabó matriculando en Magisterio, y cursó dos años antes de decidir, un día cualquiera, que iba a dedicarse a lo que de verdad quería. Una de las mejores decisiones de su vida.

Otro día cualquiera, pero esta vez de 1990 nació el Centro Beta, un lugar que le permitiría conjugar sus dos pasiones, la formación y la enseñanza y la peluquería; un lugar que empezó siendo un pequeño local de poco más de cien metros cuadrados y se ha convertidoen un espacio de casi novecientos metros. En este proyecto, como él mismo decía, siempre estuvo acompañado de Alex Azurmendi, su socio, amigo, cómplice y pareja. Juntos empezaron en este proyecto con el objetivo ofrecer una enseñanza integral, y su propuesta fue tan fresca y novedosa que cuajó desde el principio.

P.- ¿Cómo te sientes más cómodo, como profesional o como formador?

R.- Creo que no son dos facetas separadas; soy formador-peluquero y he desarrollado mi carrera como un todo indivisible. Después de varios años trabajando como peluquero di el salto a la formación, en la que llevo ya 30 años, y descubrí que había mucho por hacer. Lleno de proyectos e ilusiones comencé esta andadura y ahora, cuando miro hacia atrás, veo los logros alcanzados y, para qué negarlo, se esboza una sonrisa en mi rostro. Hoy en día, cuando nuestro sector está mucho más profesionalizado, se presentan nuevos retos, nuevos proyectos que, sin duda, me ocuparán en el futuro.

P.- ¿Qué diferencias ves en las generaciones de jóvenes peluqueros comparados con la tuya cuando empezasteis?

R.- Somos como el agua y el vino: no tenemos nada en común. Bueno, para no ser tan drástico, quizá tengamos en común las ilusiones, los proyectos, pero poco más. No quiero ni contar cuántas generaciones han pasado desde que soy peluquero: la W, la X, la Y, la Z…¡Creo que todo el abecedario! [Risas]. Hay dos aspectos que siento que nos diferencian de forma más drástica. Por un lado, la facilidad de acceder a todo tipo de bienes, no solo materiales, sino también inmateriales: me refiero a la cultura, la educación, etc. Por otro lado, la forma de comunicarse, que va desde el teléfono de girar la rueda que utilizaba yo en mi juventud hasta el WhatsApp y las redes sociales. Somos distintos porque el mundo que nos rodea es diferente, y ante esto, o nos adaptamos, o se produce una brecha insalvable.

P.- ¿Qué les dirías a los jóvenes que ha decidido iniciarse en el mundo de la peluquería?

R.- La peluquería nunca ha de ser una alternativa al fracaso en los estudios. Cuando algunos padres vienen a mi centro y me dicen que su hijo o hija va mal en el colegio y que por eso han pensado en la peluquería, me cambia el semblante. Entonces les miro a los ojos y les digo: si no le gusta estudiar, que haga otra cosa, que elija otra profesión, porque los peluqueros estamos toda la vida estudiando.

Mi consejo a aquellos jóvenes interesados en la peluquería es que si esta solo va a ser su profesión, puede que les vaya bien, pero si, además, va a ser su pasión, entonces seguro será un éxito y la mejor elección que hayan hecho en toda su vida.

P.- ¿Habéis podido celebrar el aniversario?

R.- Hace cinco años hicimos una gran fiesta para celebrar las bodas de plata del Centro Beta y reunimos a muchísimos peluqueros en lo que fue un día inolvidable. Ahora, tristemente, no podemos hacer nada parecido; las restricciones de agrupamiento nos lo impiden. Como alternativa, se nos ha ocurrido una idea muy bonita: nombrar madrinas y padrinos del aniversario n.° 30. Profesionales que representan a todas las personas que nos hemos encontrado en el camino y que, de una forma u otra, han contribuido a que seamos lo que somos. Hubiéramos querido designar a decenas de ellos, pero al final hemos escogido a seis: Miguel Vidal, Susana Serrat, Iñaki Sagarzazu, Manuel Mon, Luis Romero, y De María. Todos ellos representan a quienes son satélites de un gran equipo.

P.- Si echas la vista atrás, ¿cuál es tu mejor recuerdo?

R.- Me encantaría tener un recuerdo para todos los trabajadores y alumnos que han pasado en estos 30 años por nuestra casa, les daría un abrazo enorme como muestra de agradecimiento por la huella indeleble que han dejado en el centro y en nuestros corazones. La palabra que me viene a la cabeza es GRACIAS, pero escrita en negrita y mayúsculas.

Equipo Centro BETA 2020
Equipo Centro BETA 2020

Los padrinos del 30 aniversario de Centro BETA

Gonzalo Zarauza ha dedicado unas palabras a las seis personas a las que han nombrado padrinos y madrinas del centro, profesionales que han marcado la evolución de la escuela y han dejado una huella personal en el estilista.

Iñaki Sagarzazu

 “Un referente cercano al que he admirado desde mis inicios. Es el primer gran nombre de la peluquería al que tuve el honor de conocer y, como todos los grandes, es sencillo, cercano y una maravillosa persona de los pies a la cabeza. Fue campeón del mundo en 1983 en la modalidad de fantasía –actual vanguardia– y, junto con Marian Álvaro, su mujer, dirigen un salón icónico en Donostia”.

Manuel Mon

“Sin comentarios sobre lo que representa para nosotros. Soy su fan incondicional desde que lo descubrí en algunos campeonatos de peluquería. Manuel es para mi inspiración constante y admiración infinita. Una persona que reúne manos mágicas y corazón de oro. En él se concentra todo lo que admiro de la profesión.

Luis Romero

“Rey Midas de la peluquería, y no me refiero al éxito económico: sus ideas han ayudado a muchísimos peluqueros a crecer y desarrollarse profesionalmente, entre ellos a mí y mi empresa. Visionario donde los haya, trajo a España el método Pivot Point en el que encontramos la base y el fundamento de los procesos de corte, un antes y un después en mi formación”.

Miguel Vidal

“Hizo una gran apuesta para dotar a la familia de Imagen Personal del conocimiento que requería para posicionarla y prestigiarla. Hoy en día, su gran proyecto, Editorial Videocinco, reúne el mayor compendio de publicaciones de Imagen Personal y es un referente internacional del sector. Confiaste en mí para escribir el libro de F.P. Peinados y recogidos, y después vinieron más”.

De María

“Con esa mirada limpia y brillante me cautivó desde el primer momento; después, sus manos hablaron y me quedé deslumbrado con su trabajo. Sus creaciones y su magia con el make-up nos han acompañado en casi todas nuestras colecciones y han contribuido indudablemente al éxito conseguido, haciendo brillar nuestro trabajo”.

Susana Serrat

“He tenido la suerte de cruzarme con ella en diferentes momentos de su carrera profesional. Ahora nos hemos vuelto a encontrar, ya que es la flamante directora de formación en Montibello. Trabajadora incansable, representa el entusiasmo por dotar a la formación de unos estándares de calidad y esa perspectiva la compartimos en el Centro Beta”.